Vender su carro a un desconocido fue para el enfermero Leonardo López Cabrera, de 33 años de edad, el inicio de una pesadilla en la que fue víctima de la siembra de drogas y cartuchos y terminó en la cárcel, acusado por el asesinato de un marino. Esta es la historia.
Leonardo López fue detenido el pasado 8 de enero y desde entonces ha estado preso en dos estados de la República: primero en el Estado de México, por posesión de metanfetaminas -aunque quedó libre porque la droga fue sembrada-, y luego en Hidalgo, donde hoy está encarcelado por el delito de homicidio.
Enfermero de distintos hospitales privados y especializado en técnicas y terapias de respiración, a fines del año pasado López puso a la venta en Facebook su Seat Ibiza 2018 y no tardó en ser contactado por un sujeto que dijo llamarse Carlos Alejandro Bañales Campos, quien el 9 de diciembre se lo compró en 246 mil pesos, según documentos del caso.
Como vendedor, sin embargo, olvidó un detalle: no dio de baja las placas.
Con la venta de su Ibiza, el enfermero adquirió un Audi usado en un tianguis de automóviles en Tlalpan.
El 25 de diciembre, Leodegario Jesús Pacheco Arteaga, “El Comandante Pacheco”, un marino que estaba en la mira el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue ejecutado frente a sus familiares en el Municipio de San Salvador, Hidalgo.
Pacheco estaba de vacaciones, recién llegado de Colima, donde estaba comisionado como jefe policial en la Fiscalía del Estado.
Unos días antes, el CJNG había colgado una narcomanta en un puente de Colima en la que acusó a Pacheco de allanar sin orden de cateo varios domicilios de la comunidad de Las Naranjas, Jalisco, el 27 de noviembre, y de robarse todo lo que encontró a su paso. El botín incluyó 4 camionetas, 2 motocicletas, refrigeradores, cilindros de gas, camas, colchones y ropa.
“Bola de rateros que se dicen autoridades de la Marina Armada de México”, decía el mensaje con las fotografías de Pacheco y José Roberto Rodríguez Bautista, otro marino adscrito en la Policía Estatal Preventiva.
El problema para Leonardo López es que el sicario que ejecutó al “Comandante Pacheco” escapó en una motocicleta y luego abordó el carro Ibiza con placas LUL 545 A del Estado de México, el mismo que había vendido 16 días antes.
A la Fiscalía de Hidalgo le bastó con obtener los registros de las placas, para convertir al enfermero en uno de los sospechosos del crimen.
El Ministerio Público local manifestó ante un juez que dos testigos –uno de ellos hermano de la víctima– describieron las características físicas del conductor del vehículo y que éstas coincidían con las del enfermero, además de que el primero de ellos después lo identificó en una fotografía.
La foto que el testigo tuvo a la vista era de la licencia de conducir del imputado, identificación que estaba entre los papeles relacionados con la propiedad del Ibiza, obtenidos por la Fiscalía.
A pesar del señalamiento, el enfermero no fue detenido en un primer momento por el homicidio.
El 8 de enero, Leonardo López Cabrera fue capturado al salir de su casa en la Colonia Jardines de Santa Clara, en Ecatepec, por agentes de la Policía Federal Ministerial de la FGR, con la seguridad perimetral de los marinos.
El enfermero fue imputado ante un juez por delitos contra la salud y posesión de cartuchos, cometidos al momento de ser detenido.
En el informe policial homologado, los federales asentaron que, cerca de un taller, un sujeto de camisa blanca, pantalón negro y pañoleta oscura amarrada en la cabeza, con una mochila cruzada, se acercó al enfermero y éste le entregó una bolsita blanca.
Los policías, refiere el documento, procedieron a interceptar a López y le esculcaron dos bolsas del pantalón, en las que traía 81 bolsitas con 64.4 gramos de clorhidrato de metanfetamina y 10 cartuchos de distintos calibres.
El enfermero fue internado en el Penal de Neza-Bordo.
La versión de los agentes, sin embargo, fue desmentida con un video de circuito cerrado.
Las imágenes revelaron que nunca se acercó una persona a López ni hubo intercambio alguno con un supuesto comprador de droga, además de que tampoco aparece en el video otro sujeto con la vestimenta y mochila que mencionaron los efectivos de la PFM.
La grabación también demostró que los policías nunca revisaron la bolsa delantera izquierda del pantalón, de la que dicen que extrajeron 50 de las bolsitas con droga.
Gracias al video, el juez de control Erick Fuentes Altamirano, del Centro de Justicia Penal Federal de Nezahualcóyotl, resolvió no vincularlo a proceso y ordenó su libertad.
El 16 de enero, cuando iba saliendo del Penal de Neza-Bordo, el enfermero volvió a ser detenido con una orden de aprehensión por el delito de homicidio y lo trasladaron a Pachuca para una audiencia inicial.
Fue hasta ese momento en que se enteró que lo acusaban por el caso del marino.
Un juez de Hidalgo le dictó horas después la prisión preventiva de oficio que lo dejó internado en el Penal Estatal.
Si bien la defensa recabó datos de prueba sobre la venta del carro a través de Facebook, la suerte del enfermero en buena medida dependía de que Caminos y Puentes Federales (Capufe) entregara a la Fiscalía de Hidalgo unos videos de las casetas de la Autopista México-Puebla.
Con estos registros no sólo buscaba acreditar que el 22 de diciembre viajó a Puebla para pasar la Navidad y que regresó tres días después, en un viaje que hizo en el Audi usado que recién había adquirido.
De acuerdo con la defensa, el día 25 a las 17:12 horas López fue captado por las cámaras de la Caseta Peñón-Texcoco, cuando retornaba a la capital. Esto hacía improbable su presencia en Hidalgo, donde el mismo día el marino fue asesinado alrededor de las 13:00 horas.
El problema es que esos videos no fueron entregados por Capufe antes de que resolvieran su situación jurídica, pese a que unos días antes su defensa pidió por escrito a la Procuraduría de Hidalgo solicitar esas grabaciones al organismo. De hecho, siguen sin entregarse.
Ricardo Velázquez Gracia, abogado del enfermero, pidió el 21 de enero por escrito el inicio de un procedimiento administrativo contra los fiscales porque retrasaron 72 horas el envío de su solicitud de videos a Capufe.
Un día después, ante la falta de estos registros, el juez vinculó a proceso a López por homicidio y con ello amplió su estancia en prisión.
“El perito de la Procuraduría de Hidalgo apenas acaba de llevar a cabo la extracción de las fotografías del teléfono de Leonardo, en especial de las de Facebook; hay fotografías de él con su familia el 24 y 25 de diciembre en un municipio de Puebla, con lo que se acredita que en la fecha del homicidio él no estaba en Hidalgo”, dijo el abogado, entrevistado el pasado viernes.
“En cuanto lleguen los videos de Capufe, vamos a solicitar una audiencia para pedir el sobreseimiento (cancelación) del proceso; el juez dijo que, a pesar de que había dudas, debía vincular a proceso para que la Procuraduría continuara con la investigación. En cuanto tengamos esos videos ya no habrá ninguna duda”.
(Con información de REFORMA)
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