Brownsville, Texas. — No hay investigación, no hay cargos, no hay delito. Así lo confirmaron desde territorio estadounidense autoridades migratorias y periodistas especializados ante los rumores que intentaron vincular al alcalde de Matamoros, Alberto «Beto» Granados, con hechos criminales.
El periodista Alejandro Mares Berrones sostuvo una entrevista exclusiva con Enrique Lerma, comunicador binacional del sur de Texas, y con Elías Rodríguez, vocero del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP), quienes negaron rotundamente que exista algún procedimiento penal, orden de aprehensión o vínculo criminal contra el edil tamaulipeco.
“No hay ningún proceso judicial activo ni relación con grupos delictivos. Fue una revisión migratoria de rutina”, afirmó Rodríguez.
El señalamiento surgió tras una inspección secundaria realizada el jueves por la noche en el puente internacional Brownsville & Matamoros (B&M), donde Granados y ocho acompañantes fueron retenidos temporalmente como parte de nuevas disposiciones migratorias que refuerzan los filtros fronterizos.
Lerma explicó que las autoridades de EE.UU. han intensificado las revisiones por la baja en el flujo migratorio, lo que ha permitido que agentes federales realicen inspecciones más minuciosas, sin que eso implique delito alguno.
“Una visa no es un derecho, es un privilegio. Su cancelación temporal no significa culpa ni acusación”, recalcó el periodista, experto en temas migratorios.
Además, los entrevistados aclararon que ninguna agencia federal —ni el FBI, ni la DEA ni Homeland Security— tiene abierta una carpeta de investigación contra el presidente municipal. Por el contrario, criticaron que ciertos medios mexicanos y páginas anónimas difundieran versiones falsas como si fueran hechos oficiales.
“Reporteros ya identificados tomaron datos de una página clandestina para construir una narrativa con fines políticos”, denunció Mares Berrones.
En contraste, se recordó el caso del exalcalde Mario López “La Borrega”, actual diputado federal, sobre quien sí pesan investigaciones formales por parte de agencias estadounidenses, lo que evidencia la diferencia clara con el caso de Beto Granados.
La entrevista fue grabada frente a la Corte Federal del Distrito Sur de Texas, escenario de juicios históricos como el de Tomás Yarrington, y desde ahí se desmontó, con pruebas y testimonios oficiales, la campaña de desinformación que buscaba dañar la imagen del actual edil.
La verdad salió a la luz: no hay delito, no hay expediente, no hay proceso. Solo una revisión y muchas mentiras.
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