Reynosa, Tamaulipas – Las extorsiones a empresarios en Reynosa han alcanzado niveles alarmantes, con grupos criminales, presuntamente vinculados al Cártel del Golfo, imponiendo su ley a punta de amenazas y violencia. Lo que alguna vez fue una ciudad próspera ahora se encuentra atrapada en una espiral de terror que amenaza con desmantelar su tejido empresarial y ahuyentar inversiones clave.
El Precio de la Extorsión: Una Industria Asfixiada
Los comedores industriales, vitales para la economía local, son el blanco principal de estas extorsiones. Empresarios de este sector han denunciado que los pagos exigidos por «derecho de piso» ascienden hasta 6 millones de pesos, una suma que, en muchos casos, supera los márgenes de ganancia de estos negocios. Además, se les impone una cuota adicional de 5 pesos por cada platillo servido, una carga económica que resulta insostenible para muchos, quienes se ven obligados a elegir entre cerrar sus puertas o enfrentarse a las terribles consecuencias de no pagar.
Pero el problema no se limita a los comedores industriales. Las cafeterías escolares y los servicios de entrega como Didi y Rappi también han sido alcanzados por la extorsión. La situación ha escalado al punto de que operar en Reynosa se ha convertido en una actividad de alto riesgo, donde la violencia es la moneda de cambio.
Economía en Retirada: Empresas que Huyen del Terror
La presión implacable de los extorsionadores ha comenzado a ahuyentar inversiones de la ciudad. Empresas como Chedraui han optado por abandonar sus planes de expansión en Reynosa, considerando inviable cualquier proyecto en un entorno donde la seguridad es inexistente. La fuga de inversiones es un golpe devastador para una ciudad que depende del comercio y la industria para su sustento económico.
El miedo no es una amenaza abstracta; es una realidad palpable. En un caso emblemático de la violencia que reina en Reynosa, un Walmart fue incendiado como represalia por no ceder a las demandas de los extorsionadores. Este acto de barbarie no solo devastó el negocio, sino que también envió un mensaje claro a toda la comunidad empresarial: el que no paga, sufre las consecuencias.
Autoridades Ausentes: La Impunidad que Alimenta el Crimen
A pesar de las múltiples denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) y las autoridades locales, la respuesta del gobierno ha sido débil y desalentadora. Los empresarios, cada vez más desesperados, ven cómo las promesas de protección se disuelven en un mar de inacción y complicidad. Las medidas adoptadas hasta ahora han sido insuficientes para detener la ola de extorsiones, y la violencia sigue marcando el ritmo de la vida diaria en Reynosa.
El Grito de Auxilio de los Empresarios: Una Ciudad Bajo Secuestro
Juliana Aldret, presidenta de la Unión de Comedores Industriales de Reynosa, es una de las pocas voces que se han atrevido a romper el silencio. En su testimonio, Aldret relató cómo fue amenazada de muerte por negarse a pagar las cuotas exigidas. «Nos piden millones, y si no pagamos, nuestras vidas están en peligro», dijo, su voz cargada de una mezcla de indignación y desesperación.
La situación en Reynosa es un reflejo de un problema mucho más amplio que atraviesa diversas regiones de México, bajo el mandato de MORENA. La extorsión, la violencia y la impunidad se han convertido en una tríada letal que no solo pone en riesgo la economía local, sino que también socava la confianza en las instituciones que deberían proteger a los ciudadanos. Si no se toman medidas urgentes y efectivas, Reynosa podría perder no solo su actividad empresarial, sino también la esperanza de un futuro seguro y próspero.
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