Ciudad de México.- El titular de la Secretaría de Marina, José Rafael Ojeda Durán, ha declarado que México tiene bajo control el problema del tráfico de fentanilo en el país. Sin embargo, esta afirmación evidencia la inexistencia de una política criminal para combatir las drogas, lo que ha llevado al Capitolio estadounidense a solicitar que el fentanilo sea designado como un arma química.
La iniciativa aprobada por el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara baja de Estados Unidos también exige a la administración Biden fortalecer la cooperación con México en la lucha contra las drogas. Esta propuesta ordena al Departamento de Estado impulsar la designación del fentanilo y sus precursores como sustancias reguladas bajo la Convención Internacional de Armas Químicas de 1997.
La iniciativa fue aprobada por unanimidad tanto por republicanos como demócratas y también instruye a la Administración Biden a destinar 64 millones de dólares para programas de detección y apoyo en análisis químicos relacionados con el fentanilo.
«Es hora de clasificar los distintos tipos de fentanilo ilícito como lo que son: armas químicas», afirmó el congresista republicano por Texas, Michael McCaul, presidente del Comité de Relaciones Exteriores. Estas declaraciones se realizaron durante la discusión de la iniciativa, que ahora pasará al pleno de la Cámara Baja y posteriormente al Senado para su consideración.
McCaul agregó: «El régimen comunista en China finge no ver esto a propósito, y los cárteles de la droga lo utilizan para perpetrar el asesinato masivo de estadounidenses».
La Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y su Destrucción de 1997, firmada por 193 países, es el instrumento internacional que regula las sustancias químicas que pueden ser utilizadas como armas de guerra, incluyendo el gas mostaza y el gas sarín.
Durante el debate de esta iniciativa, solo dos legisladores demócratas, Joaquín Castro de Texas y Sara Jacobs de California, expresaron su desacuerdo, argumentando que incluir el fentanilo en la Convención Internacional de Armas Químicas de 1997 tendría efectos contraproducentes.
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