Texcoco, secuestrado
Capital del Estado de México en otros tiempos, Texcoco vive hoy uno de sus periodos históricos más lamentables, pues la mayoría de sus 235 mil 151 habitantes padece pobreza, inseguridad pública y el dominio de un clan político caciquil corrupto que desde hace más de dos décadas se alterna en el poder en los principales cargos municipales como si el Ayuntamiento fuera un negocio privado.
Este grupo político, encabezado por Higinio Martínez Miranda y Horacio Duarte Olivares, controla lo mismo la expedición de licencias y los contratos de obra pública, que una especie de “bolsa de trabajo” de la que se benefician familiares, amigos y correligionarios del membrete partidista en que estén afiliados en el momento, pues en 21 años han brincado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) al partido Movimiento Ciudadano (MC) y luego de éste al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
En el Plan de Desarrollo Municipal 2012- 2015 de la administración encabezada por la antes integrante del MC y del Partido del Trabajo (PT) y ahora morenista Delfina Gómez Álvarez, se indica que el 79 por ciento de la población de Texcoco (210 mil 900 de los 235 mil 151 habitantes) padecen de, al menos, una carencia social y que 91 mil cinco, el 34.2 por ciento, sufren por los menos tres carencias sociales.
Dicho diagnóstico revela que el 18.2 por ciento de los texcocanos (48 mil 519) tiene rezago educativo; que el 46.3 por ciento (123 mil 229) carecen de acceso a servicios de salud; que el 60.9 por ciento (162 mil 92) no tienen acceso a la seguridad social; el 14.8 por ciento (39 mil 330) habitan en espacios de vivienda sin calidad; que el 22.4 por ciento de las viviendas están privadas de servicios básicos; que el 32 por ciento de los texcocanos (85 mil 87) viven sin acceso a la alimentación y que el índice de marginación absoluta afecta al 10.99 por ciento de la población municipal (25 mil 843 personas).
En el reporte Informe anual sobre la situación de la pobreza y rezago social, actualizado a enero de 2015 por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se reportan datos prácticamente iguales a los registrados al inicio de la gestión municipal de 2012-2015, pues se mantiene el mismo índice de “población en situación de pobreza” con el 42.1 por ciento de los 235 mil 151 habitantes contabilizados, con un 0.8 por ciento de personas en extrema pobreza con el 3.8 por ciento de carencias promedio.
Los caciques de Texcoco
El clan político encabezado por Martínez Miranda y Duarte Olivares se enquistó en Texcoco en 1997 a través de la integración de la “tribu” perredista local Grupo de Acción Política (GAP), que se desintegró cuando abandonaron ese partido en noviembre de 2011, inconformes con la repartición de candidaturas mexiquenses que en ese entonces benefició a Alternativa Democrática Nacional (ADN), con la venia de la cúpula dirigente liderada por Jesús Ortega y Jesús Zambrano (Los Chuchos).
En ese año el dúo caciquil firmó “un convenio” con el MC mediante el que pudieron asignar la candidatura a la presidencia municipal de Texcoco a la profesora Delfina Gómez Álvarez y en 2014, una vez reconocido oficialmente el Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el grupo saltó en bloque al nuevo negocio partidista en busca de satisfacer su afición a los puestos públicos.
La historia política de Higinio Martínez y Horacio Duarte, tal como lo describen activistas sociales texcocanos, es muy similar a la de AMLO, quien hoy se obsesiona con su tercera candidatura presidencial en 2018. Los caciques de Texcoco coinciden con el dueño del Morena en su costumbre de brincar de un partido otro, pues desde los años 90 del siglo pasado, AMLO cambió sin dudarlo del PRI al PRD, de éste al Partido del Trabajo (PT), del PT al MC y de éste a su propio partido, Morena.
Ambos participaron en la fundación del PRD, partido por el que Higinio Martínez fue alcalde de Texcoco, candidato a gobernador mexiquense, senador, diputado federal y hasta febrero de este año coordinador de los legisladores mexiquenses de MC, cargo del que pidió licencia por cinco meses –por si acaso– para tomar la candidatura del Morena a la alcaldía de Texcoco.
Horacio Duarte es hoy en día el representante del Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE). La edil con licencia, Delfina Gómez, dejó MC para sumarse al Morena, partido del cual es candidata a una diputación federal por el Distrito XXXVIII.
Higinio Martínez, otrora miembro del Partido Comunista Mexicano, terminó convertido en la antítesis de su endeble ideología; en su controversial gestión como edil de 2003 a 2006, luego de suceder a su socio Horacio Duarte, quien fue presidente municipal de 2000 a 2003. Durante su gestión como edil, se construyó el controversial parque de diversiones privado llamado Apipilpark, ubicado en Tepetlaoxtoc, donde reside el político.
Cuando Higinio Martínez fue diputado local por primera ocasión por el PRD, de 1991 a 1993, impulsó una veda para la construcción de viviendas de “alto impacto” en Texcoco, con el argumento de ordenar el desarrollo urbano. Esto se convirtió en una norma municipal cuando su allegado perredista Jorge de la Vega Membrillo asumió la presidencia municipal en 1997.
Pero la citada veda no fue obstáculo para ellos, porque siempre hubo interpretaciones acordes a sus intereses particulares. Cuando Martínez fue alcalde, de 2003 a 2006, se autorizó la construcción de viviendas, cuyo desarrollo fue calificado de “bajo impacto” por el mismo Ayuntamiento. Esa norma discrecional, aplicable de acuerdo con los intereses del momento, fue dejada de lado con claridad, cuando el Ayuntamiento a cargo de Delfina Gómez dio una inusitada autorización, en octubre pasado, para la construcción de un desarrollo inmobiliario del Consorcio ARA, que había sido negada por ser de “alto impacto” en materia urbana, poblacional, ecológica e hidrológica.
El nepotismo de Higinio y De la Vega
De la “bolsa de trabajo” del grupo saltimbanqui se desprende una larga lista de familiares y amigos cercanos a Higinio y a Horacio. El sobrino político y compadre de Higinio Martínez, Nazario Gutiérrez Martínez, es el actual presidente municipal, pues reemplazó a Delfina Gómez para que ésta buscara la diputación federal. Era el secretario del Ayuntamiento y encargado de la maquinaria de las obras públicas del municipio, de 1997 a 2000. En el trienio de Higinio Martínez, también fue secretario del Ayuntamiento y también asumió la presidencia municipal al final de la gestión, cuando su jefe dejó el cargo para buscar una diputación local por el PRD.
Alberto Martínez Miranda, hermano de Higinio, fue diputado federal de 1997 a 2000 y local de 2000 a 2003; director de tránsito municipal de 2006 a 2009 durante la gestión del perredista Constanzo de la Vega Membrillo (hermano del exedil Jorge de la Vega), quien sucedió a Higinio Martínez para el trienio 2006-2009; al final del trienio de Constanzo de la Vega, Alberto Martínez fue presidente municipal suplente (2009).
En su trienio, Higinio Martínez insertó también a Falcao Carrillo Mejía, sobrino de su esposa Virginia Mejía, como auxiliar de la presidencia de 2003 a 2006; a su concuño Fernando Flores Mata, quien trabajó como asistente de administración y tesorero en el mismo periodo. El hermano de éste último, Raúl Flores Mata, fue supervisor de Obras Públicas en ese mismo trienio. Su prima Verónica Rey Miranda fue jefa de Capacitación y Bolsa de Trabajo de 2000 a 2003, en el trienio del alcalde Horacio Duarte. Agustín Miranda Meneses, tío de Higinio, fue su “asesor” cuando era senador, de 1997 a 2000. Higinio Martínez es suegro del propietario de la Constructora Vázquez, que realiza obras en el municipio y su sobrino Carlos Nicolás Miranda también se dedica a la construcción.
El chofer de Higinio Martínez, Juan Manuel Hernández Romero, fungió como director de Regulación Comercial en su trienio, aunque fue “asesor” de la alcaldía encabezada por Horacio Duarte de 2000 a 2003. El guardaespaldas de Higinio, Roberto Hernández Romero fue director de Seguridad Pública durante el primer año de su administración de 2003 a 2004.
Otros personajes del clan son el actual candidato a la alcaldía de Texcoco por el PRD –apuesta del mismo grupo con otro membrete– Jorge de la Vega Membrillo, quien ya fue edil de 1997 a 2000, en cuya fórmula lleva a su hermano Constanzo de la Vega, quien también fue presidente municipal (de 2006 a 2009). Constanzo fue secretario del Ayuntamiento en el trienio de Horacio Duarte, de 2000 a 2003; en el Gobierno de Higinio Martínez, fue director de Servicios Públicos, de 2003 a 2004; coordinador de Planeación y Estrategia en 2005 y finalmente candidato del PRD a la alcaldía, que obtuvo en 2006, de la mano de su jefe Higinio Martínez. En la gestión de Constanzo, su otro hermano, Miguel Ángel, fue subdirector de Comunicación Social del Ayuntamiento. El tío político de Constanzo de la Vega, Alfredo Ramírez López, fue director de Planeación del Gobierno de Horacio Duarte, de 2001 a 2002.
Algunos más son Jesús Duarte Olivares, hermano de Horacio, quien fue director de Obras Públicas en la administración de Higinio Martínez de 2003 a 2006 y dirigente del PRD municipal de 2006 a 2009, en la gestión municipal de Constanzo de la Vega Membrillo.
El jugoso negocio inmobiliario
En octubre pasado, sólo unos meses antes de que arrancara formalmente su nueva campaña electoral en busca de una diputación federal por el Morena, el Ayuntamiento emitió sorpresivamente una autorización a la inmobiliaria privada ARA, a quien antes se le había negado el permiso por tratarse de un desarrollo de “alto impacto”, de acuerdo con las reglas dictadas por su propio grupo político y que en realidad fueron hechas para frustrar el trabajo de gestores populares de vivienda que no se inclinan ante sus órdenes. Es decir, cuando así convino a sus intereses dejaron a un lado los argumentos de “desarrollo urbano controlado”.
En septiembre de 2013, un grupo llamado Fundación Las Américas, representado por Alfadalia Jiménez Barrera, Héctor Gutiérrez y Rocío Rosas, denunció por fraude a la empresa ARA, encargada de un desarrollo habitacional sobre los terrenos de la exfábrica de Sosa Texcoco, ubicada en una zona aledaña del vecino municipio de Ecatepec, que se asienta sobre residuos de sosa cáustica y otros alcalinos corrosivos.
Los quejosos dijeron representar a 13 mil propietarios de viviendas del conjunto habitacional Las Américas, desplegado sobre un terreno de dos millones de metros cuadrados; indicaron que la luz eléctrica la conseguían con plantas, porque la empresa no había pagado un adeudo de 19 millones de pesos. Además, señalaron la existencia de cableado eléctrico expuesto. Tampoco se había cumplido con la edificación de escuelas e incluso una casa albergue para adultos mayores. Denunciaron carencias en servicios públicos como la recolección de basura y las fallas en el drenaje que provocan inundaciones.
La Constructora y Urbanizadora ARA, S. A. de C. V. fraccionará en Texcoco un terreno de 199 mil 255.22 metros cuadrados, equivalentes a 20 hectáreas. De acuerdo con la citada normatividad impulsada por el grupo político dominante en Texcoco, en todo caso podría construir un desarrollo de bajo impacto, con una densidad de 30 viviendas por hectárea, para el caso, unas 600 viviendas como máximo.
El proyecto original en Santiaguito es de dos mil 100 casas, tal como se expuso en la solicitud de licencias presentadas en 2007 y que entonces fueron rechazadas. En la referida gestión realizada en octubre de 2014, durante la administración de Delfina Gómez, se dio una autorización –quizá la primera etapa del desarrollo– para la edificación de 970 viviendas; para ello, el Ayuntamiento aprobó un aumento en la densidad, lo que implicó hacer a un lado el citado tope de 600 casas por hectárea e incurrir, en consecuencia, en el esquema de vivienda de “alto impacto”, haciendo a un lado la famosa veda que concluye en 2017.
Para justificar la obra, la directora de Planeación del Gobierno de Delfina Gómez, Jessica Teresa Aguilar Castillo, dijo en la sesión de cabildo del 15 de octubre de 2014, cuando se expidió la autorización, que esas casas aliviarían con el 31.29 por ciento la demanda de vivienda de los 12 mil 400 personas que rentan casa en Texcoco, aunque en la realidad la mayoría de esas personas rentan porque no tienen dinero para comprar una casa a valor comercial como las que se construyen en Santiaguito, y en su mayoría son trabajadores, que como en el resto del país, laboran en la informalidad y sin posibilidades de acceso a créditos del Infonavit y el sistema nacional bancario.
De esta manera, queda claro que la veda impuesta en 1997, al inicio de la administración municipal de Jorge de la Vega Membrillo, miembro del PRD, ha sido un mecanismo utilizado para frustrar proyectos de desarrollo de viviendas populares que también se han presentado pero que contravienen los designios del grupo político que se ha apropiado de Texcoco.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2012 vivían en Texcoco 235 mil 151 personas y había 64 mil 982 viviendas, de las cuales seis mil 813 estaban deshabitadas y 58 mil 169 habitadas. En cada una de las habitadas vivían en promedio cuatro personas (4.1 en términos estadísticos), tomando como base el índice nacional de ocupación de los 30 millones de hogares del país. De las 58 mil 169 viviendas habitadas, 55 mil 69 eran propias y tres mil 100 rentadas.
Sobre las condiciones del suelo de Texcoco, el municipio tiene un total de tres mil 318 hectáreas consideradas urbanas, de las que dos mil 828.9 son para habitación; 198.4 para uso comercial; 15.3 hectáreas para uso industrial y 265.4 se definen como “uso no especificado”.
El «honorable» cabildo
de Delfina Gómez
Como punto siete del orden del día, en la referida sesión de Cabildo del 15 de octubre de 2014, encabezada por la presidenta municipal y titular del Cabildo, Delfina Gómez Álvarez, Jessica Teresa Aguilar Castillo rindió el informe de los asuntos aprobados en el Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal de Texcoco (Coplademun); comenzó por describir la reunión del 24 de enero de 2014, la del 6 de mayo del mismo año, del 31 de julio, y finalmente deslizó la que se había llevado a cabo apenas un día antes de esa sesión.
En el acta de la sesión de ese día consta que el quinto regidor, José Luis Rico Robert, señaló que “simplemente se informa al Cabildo de acciones que se están aprobando, pero no se está solicitando la aprobación del Ayuntamiento. Recuerda que para el caso de Texcoco se cuenta con una veda para asentamientos humanos de alto impacto por 20 años, la cual empezó en el año de 1997 y terminaría en el año 2017.
Señala que cuando una empresa impulsa la construcción de vivienda, lo hacen con una visión comercial. Decir que se le dará preferencia a la gente de Texcoco suena a demagogia, porque también se ha dicho que donde se instalan unidades habitacionales la preferencia no se da a la gente de los alrededores sino a la gente que tiene dinero y puede pagarla. “Gente de fuera es la que sí podrá pagar una vivienda; además, curiosamente, la administración anterior respetó el acuerdo y está administración, en lugar de continuar con la veda, la está rompiendo”.
El décimo regidor Braulio Pedro Huescas Martínez expuso al respecto: “al ser un negocio para las constructoras, no vería la forma de cómo decir que sólo son para los texcocanos. Eso nadie lo cree. ¿Cómo le harían si llega una persona de Monterrey a comprar? ¿Qué le diría la empresa? No te puedo vender porque es para los texcocanos, las cosas no son así, finalmente es su negocio. Por ello solicita que, primero, el Coplademun comparezca ante este Cabildo como lo establece la Ley Orgánica Municipal, y, segundo, que presenten, ante este Órgano de Gobierno, su reglamento interior, que se debió conocer, antes de que aprobaran estos proyectos”.
Más adelante, agregó: “Este Ayuntamiento puede respaldar el proyecto, pero no como obligación, porque no se conoce al 100 por ciento el proyecto, ni en qué condiciones se dio la revisión. Si no se conoce el proyecto en su totalidad, es obligación del Cabildo por lo menos conocer en qué términos el Coplademun aprobó los proyectos”. A su vez, José Luis Rico Robert, −siempre según el acta de la sesión− “indica que, por la importancia de los proyectos, este Órgano de Gobierno tiene derecho a conocer cómo se aprobaron; no todo es en automático, no nada más se viene al Cabildo a levantar la mano”. El sexto regidor, Fidel González de la Rosa, se sumó a la petición de contar con información sobre el proyecto antes de aprobarlo.
Dato singular y revelador es la posición de la séptima regidora, Domitila Lemus, quien vitoreó el proyecto, felicitó a la funcionaria Jessica Aguilar y deslizó que sus hijos carecían de una vivienda. La versión de la sesión de Cabildo indica textual: “La séptima regidora, Domitila Lemus Sánchez, felicita a la licenciada Jessica Aguilar y al Coplademun, por el informe que se está presentando, y aunque algunas cosas si han sido de sorpresa, se ha venido trabajando desde hace mucho tiempo. Está de acuerdo en impulsar este tipo de proyectos porque a los y a las texcocanas sí nos hace falta una vivienda, espera que se les otorgue las facilidades para la obtención de una vivienda; por ejemplo, en su caso, tiene dos hijos sin vivienda y ellos podrían acceder a un crédito que remedie esa situación”. Finalmente, la votación de los 15 miembros del Cabildo, incluida la presidenta municipal, fue aprobatorio.
El doble rasero de Delfina Gómez
Otro caso distintivo de la gestión de la alcaldesa Delfina Gómez Álvarez, quien el 3 octubre de 2014, a 12 días de la sesión de Cabildo en que se autorizó el arranque de la descrita edificación de viviendas comerciales, envió a la fuerza pública municipal para desalojar brutalmente a los miembros de 60 familias que vivían en el predio El Barco, a las afueras de la cabecera municipal texcocana, con el argumento de que se les salvaría de las inundaciones, aunque en realidad hacía la obra negra para dar paso a las construcciones conexas a la Ciudad Futura y al nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, frente al lago Nabor Carrillo. Estas familias desalojadas aún vagan por el municipio sin encontrar solución ni reparación al daño; el 19 de febrero pasado se apostaron afuera de la presidencia municipal, para exigir ser escuchados por la edil, sin conseguirlo hasta ahora, según reportaron.
Inseguridad galopante en Texcoco
Antes de dejar la presidencia municipal de Texcoco para lanzarse a su campaña, Delfina Gómez Álvarez logró que el municipio fuera incluido en la lista de los 20 municipios más violentos de México, según datos del análisis La violencia en los municipios y en las entidades federativas de México 2014, elaborado por el Consejo Ciudadano por la Seguridad Pública y Justicia Penal A. C. (CCSPJPAC), con base en información sobre incidencia criminal del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
En esa misma lista de 233 municipios con más violencia en México, Texcoco ocupa el lugar 18 en los índices delictivos con el 34.12 por ciento, galardón similar al que ostenta el Ayuntamiento de Iguala, Guerrero, donde desaparecieron 43 jóvenes normalistas y ocupa el lugar 15, con un índice del 35.26 por ciento.
El reporte dice con respecto a los principales hallazgos: “Los municipios de Chalco (México), Cuautitlán (México), Jiutepec (Morelos), Nuevo Laredo (Tamaulipas), San Pedro (Coahuila) Torreón (Coahuila) y Victoria (Tamaulipas), que en el ranking de 2013 figuraron entre los 20 con mayor índice de violencia, ya no figuran en la respectiva veintena de 2014. En lugar de esos municipios ingresaron a los 20 más violentos los siguientes: Centro (Tabasco), Cuauhtémoc (Distrito Federal), Cuautla (Morelos), Mexicali (Baja California), Texcoco (México), Tijuana (Baja California) y Tlalnepantla de Baz (México)”.
La posición 18 de Texcoco es sumamente grave porque está entre los primeros 20 ayuntamientos con mayores índices de violencia entre los dos mil 456 municipios que hay en la República Mexicana. El cálculo se basa en la incidencia de los seis delitos intencionales o dolosos: homicidio, secuestro, violación, lesiones, robo con violencia y extorsión.
Otro criterio aplicado en el estudio del CCSPJP fue la concentración poblacional de esos 233 municipios, que tienen una población igual o mayor a 100 mil habitantes y en cuyo territorio viven más del 66 por ciento de la población total de México (aproximadamente 77 millones 872 mil 899 habitantes), de acuerdo con el mismo cálculo de la referida agrupación profesional.
En contraste con esta terrible realidad, en la cabecera municipal de Texcoco, el Ayuntamiento ha ordenado operativos policiacos para combatir el “flagelo” de la distribución de materiales culturales dirigidos a la población en general por cuenta de activistas sociales texcocanos; 22 jóvenes fueron capturados y llevados a las galeras municipales entre la última semana de marzo y el 20 de abril pasado por cometer el grave ilícito de repartir volantes y revistas de cultura. Los jóvenes se quejaron de que sus derechos humanos habían sido violados, entre ellos, el de la libertad de expresión.
Indiferencia perredista
El gran vaso de Texcoco, que dota al municipio de agua potable, se está vaciando aceleradamente, sin que las administraciones hayan hecho mayores acciones para abatir tal problema que perjudica a la mayoría de la población, especialmente a quienes habitan en 20 colonias texcocanas, entre las que resalta la popular Guadalupe Victoria, cuyos habitantes carecen de agua potable y drenaje desde hace 50 años.
El 14 de abril de 2015, durante el foro “La Problemática del agua en el municipio de Texcoco; análisis, retos y perspectivas”, organizado por la Cámara de Diputados, se evidenció la necesidad de buscar soluciones a este problema por cuenta de la administración municipal, cuyos funcionarios actuales fueron exhibidos por su evidente ajenidad a la situación de abandono en que están dichos colonos.
De acuerdo con los especialistas congregados en dicho foro, el acuífero de Texcoco es un sistema de agua dulce encargado del abastecimiento del municipio texcocano. En los hechos, de acuerdo con informes de la Comisión Nacional del Agua citados por los investigadores participantes, entre ellos el académico de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Luis Enrique Espinosa Torres, esta fuente hídrica de Texcoco pierde anualmente 95 millones de metros cúbicos, sin que hasta ahora se haya buscado un remedio a esa situación.
Los académicos urgieron a las autoridades municipales a recargar los mantos acuíferos, única vía para detener la paulatina pérdida de la capacidad de abasto de agua en la región. Otro especialista de la UAEM, Orsohe Ramírez Abarca, dijo que una vez abierta la discusión del tema, rumbo a la expedición de una nueva Ley General de Aguas, y aparejada ésta a la inminente construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en la región del vaso de Texcoco, es indispensable llamar la atención de las autoridades para el desarrollo de planes concretos en este sentido.
Pero al clan político caciquil encabezado por Martínez Miranda y Duarte Olivares, al igual que en las dos décadas pasadas, en las se ha apoltronado en el poder de esta ciudad prehispánica, lo único que hoy le interesa es mantener el control del Ayuntamiento para seguir saqueando las arcas municipales y hacer negocios privados con base en la corrupción y el nepotismo.
Enlace original: Revista Buzos
Designa AMLO a Horacio Duarte como Subsecretario de Empleo; otra “fichita”
Este martes, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador anunció que Horacio Duarte, quien fuera representante de Morena ante el INE, será el encargado del programa “Jóvenes construyendo el futuro”, que buscará dar empleo como aprendices a 200 mil jóvenes.
Horacio Duarte fue la mano derecha durante la administración de Delfina Gómez al frente de Texcoco, Estado de México (2013-2015), cuya base era la estructura heredada por Higinio Martínez.
fue parte del ordenamiento del despido de 120 empleados de confianza para ahorrar recursos, porque para el final de la administración de Gómez se debían 50 millones de pesos por laudos laborales que promovieron trabajadores despedidos.
Duarte Olivares fue parte del entramado que significó restar el diez por ciento del salario de los empleados del municipio de Texcoco, para, presuntamente, destinarlos a la campaña electoral de Delfina Gómez Álvarez, quien en 2017 compitió por la gubernatura del Estado de México.
La recaudación de Gómez Álvarez habría comenzado en 2012, cuando fue postulada para ser alcaldesa y acumuló alrededor de 13 millones de pesos.
Durante la gestión de la excandidata a la gubernatura del Estado de México, en 2013 Duarte Olivares tuvo que ser retirado de la Secretaría del Ayuntamiento por un conflicto emocional con Jessica Aguilar Castillo, en ese entonces directora de Desarrollo Social.
Lo anterior provocó tremenda rabieta a don Horacio, la cual derivó en una crisis diabética y hasta en un choque vehicular en una vialidad de Texcoco.
El hecho quedó evidenciado en una grabación que difundió la organización Antorcha en redes sociales. El percance vial ocurrió en la avenida Juárez esquina Allende, ya que impactó su vehículo Sentra placas MAP-45-34 contra una camioneta Jeep Liberty.
Sin embargo, en la grabación no se llega a apreciar al funcionario municipal que también iba acompañada por Jessica Aguilar Castillo, directora de Desarrollo Social, pero testigos presenciales confirmaron que la pareja viajaba en ese auto que chocó contra la camioneta.
La actitud de la policía municipal evidenció que querían ocultar el hecho de que Horacio Duarte Olivares iba en el Sentra, ya que llegaron a tapar con camisas o ropa el parabrisas del vehículo para que los presentes no vieran quiénes estaban en el interior del auto.
Tras el hecho, el 26 de abril del 2013, Nazario Gutiérrez Moreno, un exhojalatero y exalcalde interino de Texcoco, fue puesto en la Secretaría del Ayuntamiento, a pesar de no cumplir con los requisitos de ley.
Aún teniendo control sobre el ayuntamiento de Texcoco, apadrinado por Delfina Gómez, el próximo funcionario en la administración de López Obrador, “recomendó” a Jessica Aguilar para el manejo de los medios de comunicación.
De esa manera, Higinio Martínez y Duarte quitaron del camino a Aguilar Castillo con el objetivo de reforzar la imagen propia y la de Delfina Gómez.
Por todo lo anterior, el premio para Horacio Duarte fue su designación como representante ante el INE por Morena (2014), además de coordinador estatal de dicho partido y ahora, el encargado del programa “Jóvenes construyendo el futuro”.
Enlace original: La Otra Opinion