domingo, noviembre 24, 2024
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LOS PRIMEROS «ZETAS» ; EL PACTO DE SANGRE

Para escribir su nuevo libro Hijo de la guerra, el periodista Ricardo Raphael se entrevistó con Galdino Mellado Cruz, el “Z-9”, quien está preso en el penal de Chiconautla, Estado de México. Aunque el gobierno lo dio por muerto en 2014, el integrante fundador del cártel habló con Raphael y le narró terribles secretos.

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Una de las secuencias que el periodista describe en su libro es el encuentro que Mellado Cruz y otros 20 hombres sostuvieron con Osiel Cárdenas Guillén, quien formaba parte del cártel del Golfo y fue el primer líder de “Los Zetas”.

Osiel Cárdenas
Osiel Cárdenas Guillén

En un restaurante se encontraron Óscar Guerrero, José Eduardo Costilla Sánchez “El Coss”, Heriberto Lazcano “El Lazca” y Jaime González Durán “El Hummer”. Mellado Cruz recuerda que Osiel Cárdenas les ofreció 120 mil pesos al mes para unirse a la agrupación. Para convencerlos, les mostró que la camioneta que llevaban estaba llena de cocaína: 30 kilos en cada asiento delantero; 120 kilos en los asientos traseros. En otra camioneta, había 750 mil billetes verdes [dólares].

Cuando los 21 hombres accedieron a formar parte de “Los Zetas”, siguió el terrible ritual que marcó el inicio del cártel. Cada uno se enumeró y se puso un alias: “Z-1”, “Z-2”, y así sucesivamente.

Pero todo dio un giro cuando Osiel Cárdenas señaló a uno de los sujetos, quien resultó ser hermano de Óscar Guerrero: Ciro Justo Hernández. Se había cambiado el nombre porque traicionó a sus compañeros.

Este hijo de la chingada estuvo hablando de más. Por su culpa la policía nos investiga y la DEA sabe cosas que no deberían saberse. Óscar está limpio, ya lo investigamos y no hay problema con él. En cambio, el tal Ciro no merece trabajar en la compañía. Entregó nuestras claves de radio y proporcionó información sobre lo que hacemos y no hacemos; por su culpa nos metimos en problemas con la DEA, pero ese pedo ya está resuelto”, dijo Cárdenas Guillén según el recuento de Mellado Cruz.

EL RITUAL DE LOS «ZETAS»

En una casa de seguridad que estaba a 20 minutos del restaurante donde se habían reunido, Cárdenas Guillén dio a orden de que se encargaran del “traidor”. Cuando Mellado Cruz llegó, Ciro estaba amarrado a una silla de metal, desnudo, y ya le habían arrancado varios dientes.

Entre los 20 nuevos “Zetas” desollaron a Ciro Justo Hernández. Usaron martillos, cuchillos y hasta un petardo, que le explotó en la entrepierna. Mellado Cruz y otro integrante mantuvieron con vida a Ciro mientras la tortura continuaba.

Al final, Óscar Guerrero, hermano de Ciro, fue quien le dio el tiro de gracia. Y ese fue el inicio, pues, según Mellado Cruz, después de ese primer asesinato, quiso ver “más sangre”. Después “Los Zetas” se separarían del Cártel del Golfo y formarían el grupo que son ahora.

(Óscar) Guerrero, hoy perdiste a un hermano, pero ganaste una familia. 20 hermanos y yo que desde ahora formamos parte de ti. Con esta traición nace una hermandad, y así durará. Piénsenlo como un ritual que nos une para siempre”, finalizó Osiel Cárdenas Guillén aquel terrible suceso.

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