Morelia, Michoacán.- Luego del homenaje con ‘bombos y platillos’, a los 13 policías muertos en una emboscada en El Aguaje, los cuerpos de cinco de ellos fueron velados en sus casas en una triste realidad.
Los ataúdes de estos cinco uniformados fueron sostenidos por ladrillos, sillas e incluso en el suelo, pues sus familias no recibieron apoyo económico para los funerales, por no acudir al homenaje.
De hecho, los parientes informaron que ellos mismos tuvieron que recoger los cuerpos en Morelia porque la Secretaría de Seguridad Pública rechazó llevarlos a sus lugares de origen.
Algunos son de Zitácuaro, otros de Irimbo, uno de Charo y otro de Uruapan.
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