TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.- En busca de una nueva identidad legal que no pudo encontrar en Chiapas y cuya iniciativa actualmente sigue en la congeladora en el Congreso estatal, Itzayana López Hernández, una joven trans viajó a la Ciudad de México, para empezar a hacer los trámites y buscar una oportunidad laboral, sin embargo sólo encontró la muerte.
El pasado domingo 22, la joven originaria de una comunidad rural en Pijijiapan, ubicada en la costa del estado de Chiapas, fue hallada colgada en el interior del departamento donde vivía en la alcaldía Álvaro Obregón en la Ciudad de México.
Aunque en un primer momento se pretendió hacer creer a las autoridades que se trataba de un suicidio, se determinó que previo a ser colgada, López Hernández, fue estrangulada por su pareja, con quien ella ya no quería seguir viviendo.
Integrante de Organización “Diana Sacayán, Transformarse es vivir A.C.”, López Hernández, era originaria del ejido Joaquín Miguel Gutiérrez (Estación Margaritas).
El organismo Investigación y Litigio de los Derechos Humanos A.C, lamentó su muerte y narró en una misiva que Itzayana migró a la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades de vida y destacó que como integrante de la Organización Diana Sacayán luchó por el reconocimiento de la identidad de género y mejores oportunidades y acceso a la justicia para trabajadoras sexuales.
“Hace más de un año, inició una estrategia de defensa y reconocimiento de la identidad de género, sin embargo, en Chiapas le fue negado dicho derecho, y el gobierno de Chiapas y el registro civil siempre se negaron a reconocerle su derecho, enfrentándose a la violencia y discriminación institucional, social y pública en diferentes espacios. La violencia contra las mujeres es el abuso más generalizado de los derechos humanos y el feminicidio es su expresión extrema”, dijo el organismo defensor de derechos humanos.
Señaló que este crimen no debe quedar impune, pues justo este componte constituye un elemento para la perpetuación de la violencia contra las personas LGBTTI+.
“Mientras persista la impunidad, las sociedades continuarán aceptando y tolerando actos de violencia contra las personas de la diversidad sexual porque el mensaje que se envía es de permisibilidad”, indicó.
Norma Dilery Magdaleno, una chica transexual, afirmó que en Chiapas el Congreso local prefiere silenciar y mandar a la congeladora una Ley que fue trabajada conjuntamente con Organizaciones de la Sociedad Civil, activistas, personas defensoras de los derechos humanos, para el reconocimiento de una nueva identidad para las personas de dicha comunidad.
Agregó que la Ley fue presentada por la diputada local del PRI, Aída Jiménez Sesma el 16 de mayo, es decir hace poco más de cuatro meses y que busca reconocer nuestra identidad de género, pero acusó que la diputada Rosa Elizabeth Bonilla Hidalgo, no le ha querido dar trámite.
“No le importamos al Congreso del estado, no le importamos a la presidenta de la Mesa Directiva aunque utilice el discurso de un congreso ciudadano de puertas abiertas”, dijo Dilery Magdaleno.
“Las personas trans exigimos el reconocimiento de nuestro derecho a la identidad de género en la Ley, basta de fotos, basta de eventos que no impactan en nuestros derechos, basta de usarnos como adornos progresistas, queremos Ley de Identidad, basta de invisibilizarnos en las políticas legislativas”, agregó.
Finalmente, recordó que en la Ciudad de México, Michoacán, Nayarit, Querétaro, Colima, Coahuila, Hidalgo y recientemente en Oaxaca, el derecho a la identidad de género ya es una realidad, “pero en Chiapas, la izquierda es una izquierda de fotografía”.
Fuente: Proceso
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