Cancún, Quintana Roo.- Amigos y compañeros de profesión recordaron hoy a Javier Rodríguez Valladares.
Irónicamente hoy “Winnie Pooh”, como de cariño lo conocían, iba a ser centro de atención en un registro civil ya que hoy tenía previsto casarse por lo civil y el 8 de Septiembre por la Iglesia
Sin embargo, el camarógrafo de Canal 10 pasó a ser parte de las terribles y tristes estadísticas del Cancún negro, el que no se promociona en ninguna parte del país y el mundo: el Cancún de la inseguridad y las ejecuciones.
Una comitiva nutrida caminó desde la explanada de Plaza de la Reforma hasta la Fiscalía General en el Estado, en donde se combinó el dolor con el llanto, la impotencia y la ironía porque los “de a pie”, es decir, reporteros, fotógrafos, editores, camarógrafos y hasta algunos locutores de radio, se unieron para exigir a Miguel Ángel Pech Cen encabece una investigación profesional y seria
Y es que la burla y el reproche hacia el Fiscal fue el comunicado donde decían que el hecho de sangre no podría ser un atentado a la libertad de expresión porque cuando la víctima, Javier, fue acribillada a balazos, no portaba uniforme y estaba fuera de horario.
“No tengo uniforme ni horario laboral fijo pero soy periodista”, se veía en un altar urbano junto a la foto del que pasó a ser el tercer periodista ejecutado este año en Quintana Roo y un muñeco de Winnie Pooh.
es que Javier combinaba su labor de camarógrafo con la compra y venta de vehículos.
Volviendo al tema que dio pie a la marcha, se reiteró la exigencia al Fiscal para no pretender desviar el hecho de involucrar a la víctima en situaciones que nada tienen que ver con su trabajo.
Y es que aunque no porten uniforme ni tengan horario fijo no dejan de ser periodistas.
(Con información de Agencia SIM).
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