CHILPANCINGO, Gro., (proceso.com.mx).- El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza justificó la ola de feminicidios en la entidad, al afirmar -sin presentar pruebas- que la mayoría de mujeres asesinadas “estaban vinculadas con la delincuencia o ejercían la prostitución”.
Anteriormente, el miércoles 17, el prelado habló sobre este tema y con sorna dijo públicamente que las víctimas “no andaban precisamente en misa”.
De esta forma, el jerarca católico imitó al gobernador Héctor Astudillo Flores, quien de forma sistemática ha minimizado los niveles de violencia que se viven en la entidad, como lo hizo en agosto pasado cuando el mandatario afirmó que los jóvenes desaparecidos “participaban en acciones delincuenciales” y en junio de 2016 en Acapulco, donde dijo que los destinos turísticos son seguros porque las personas asesinadas “no son turistas, ni famosos”.
Con información de Proceso
Descubre más desde México Rojo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.