Ciudad de México.- La Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) sigue siendo un epicentro de controversia, sumida en acusaciones de corrupción y opacidad que comprometen su función de regular el comercio exterior y garantizar la seguridad nacional. En el centro de esta crisis se encuentran figuras como Alex Tonatiuh Márquez Hernández y José Ramón Gómez Leal, cuyos nombres han emergido en investigaciones y señalamientos que cuestionan la integridad de la institución. A continuación, se presenta un análisis exhaustivo basado en información disponible hasta marzo de 2025, explorando los antecedentes, las conexiones y las implicaciones de este escándalo.
Historia de Corrupción en ANAM
Las aduanas mexicanas han sido históricamente vulnerables a la infiltración de redes corruptas, facilitando el tráfico de sustancias ilícitas, precursores químicos y mercancías ilegales. La creación de la ANAM en 2021, como órgano independiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), prometió mejorar la eficiencia y la transparencia en la operación aduanera. Sin embargo, los informes recientes sugieren que las prácticas corruptas persisten, especialmente bajo la dirección de Rafael Marín Mollinedo, quien ha sido objeto de críticas por nombramientos polémicos y su relación con funcionarios vinculados a actos irregulares.
El Caso de Alex Tonatiuh Márquez Hernández
Alex Tonatiuh Márquez Hernández, actual Director de Investigación en ANAM, regresa a la institución con un historial altamente cuestionable. En su etapa anterior como Director General de Recaudación, su nombre apareció en investigaciones en Estados Unidos relacionadas con el tráfico ilícito de combustibles, incluyendo diésel, biodiesel y gasolina. Su reincorporación ha generado polémica debido a acusaciones de operar un despacho ilegal en la colonia Roma junto a Héctor Antonio Ruiz Ángel, un empleado sin experiencia previa en la administración pública. Además, su salario de aproximadamente 136,000 pesos mensuales ha sido señalado como excesivo, lo que aumenta la indignación pública.
Fuentes internas aseguran que Márquez Hernández podría estar actuando como un enlace clave para facilitar acuerdos con grupos criminales involucrados en el tráfico ilícito a través de las aduanas fronterizas, interiores y marítimas. Esta situación contradice las promesas del gobierno de «limpiar» las aduanas mediante la intervención de la Marina y el Ejército, lo que genera dudas sobre la efectividad de estas medidas.
La Conexión con José Ramón Gómez Leal
José Ramón Gómez Leal, senador por Tamaulipas y miembro de Morena, es una figura política con fuertes vínculos familiares y controversias a su haber. Cuñado del exgobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, actualmente acusado de lavado de dinero y nexos con el narcotráfico, Gómez Leal ha sido investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) debido a posibles irregularidades financieras. Durante su cargo como delegado federal de Programas para el Desarrollo en Tamaulipas (2018-2021), adquirió una influencia considerable en la región.
Aunque no existe evidencia pública directa que lo vincule con ANAM, algunas investigaciones sugieren que Márquez Hernández podría actuar como su enlace dentro de la agencia, facilitando influencias políticas en las operaciones aduanales. Si estas conexiones se confirman, podría tratarse de una red de complicidades que favorece a grupos de poder, especialmente en un estado como Tamaulipas, con un largo historial de corrupción y narcotráfico.
Opacidad y Falta de Transparencia
La falta de transparencia en ANAM es evidente en varios aspectos, desde la gestión de contrataciones hasta la asignación de recursos. Se ha señalado la opacidad en nombramientos clave, como el caso de Alejandro Enrique Arcos Romero, secretario particular de Rafael Marín Mollinedo, investigado por su presunta vinculación con la mafia rumana en la Riviera Maya. Esta falta de claridad ha permitido que figuras controvertidas, como Márquez Hernández, continúen en posiciones influyentes dentro de la agencia, erosionando la confianza pública.
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció en 2023 la existencia de disputas internas dentro de ANAM y prometió una investigación, hasta marzo de 2025 no se han reportado avances significativos. Esta falta de rendición de cuentas refuerza la percepción de que las autoridades federales podrían estar ignorando los señalamientos, lo que contrasta con las promesas de la Cuarta Transformación de erradicar la corrupción.
Contexto Amplio: Escándalos Relacionados
Aunque no directamente vinculados a ANAM, otros escándalos recientes, como el «reciclaje de trenes» y la falta de claridad en el financiamiento de proyectos ferroviarios, amplían la percepción de una corrupción sistémica dentro de la administración pública. Estos casos, aunque fuera del ámbito aduanal, reflejan un patrón de opacidad que afecta a varios sectores clave, como el transporte, y refuerzan la necesidad de una supervisión más estricta sobre las acciones del gobierno.
La presencia de figuras como Márquez Hernández y las posibles conexiones con Gómez Leal plantean interrogantes cruciales: ¿Es ANAM un instrumento de control institucional o simplemente un aparato corrupto operando en las sombras? ¿Seguirán las autoridades ignorando estos señalamientos, o finalmente habrá rendición de cuentas? La falta de avances en las investigaciones y la persistencia de prácticas opacas sugieren que la lucha contra la corrupción en las aduanas sigue siendo un desafío pendiente, que requiere medidas más contundentes y efectivas por parte de las autoridades.
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