NUEVO LAREDO, Tamaulipas – Uno de los carteles más violentos de México ha estado estableciendo puestos de control, robando a los automovilistas y extorsionando a los turistas con total impunidad en esta ciudad fronteriza después de que los marinos que operan en la zona recibieron la orden de mantener un perfil bajo.
En las últimas semanas, sicarios de la facción Cartel Del Noreste (CDN) de Los Zetas han estado atacando a los automovilistas que entran y salen de Nuevo Laredo para detenerlos a punta de pistola o interceptarlos en puestos de control clandestinos.
Fuentes policiales revelaron que los sicarios del CDN han estado detras de vehículos con placas de Texas, así como a aquellos con matrículas de estados mexicanos que no sean de Tamaulipas. Los conductores se ven obligados a punta de pistola a pagar un peaje al cartel o atenerse a las consecuencias.
Los Zetas habían estado llevando a cabo tácticas de extorsión similares el año pasado, pero fueron repelidos por una serie de operaciones de la Armada Mexicana (Infantería de Marina).
Las fuerzas militares habían estado atacando no solo las operaciones del cártel haciendo considerables incautaciones de armas y drogas, sino que también dieron a su estructura de liderazgo poniendo a la organización criminal a la defensiva.
En respuesta a la presión por las fuerzas armadas, el CDN comenzó a realizar protestas alegando que las autoridades mexicanas habían estado secuestrando y asesinando a víctimas inocentes.
Desde entonces, las autoridades han cateado casas de seguridad con uniformes militares clonados presuntamente utilizados por sicarios del CDN para hacerse pasar por autoridades; Las autoridades también han incautado varias pancartas utilizadas en las protestas patrocinadas por el crimen organizado.
Las protestas pagadas tuvieron éxito, ya que engañaron a miembros de alto rango de las Naciones Unidas para que presionaran al gobierno mexicano para que realizara investigaciones y quitara a 257 Marinos mexicanos de Nuevo Laredo.
Esas tropas, entre ellas 230 Marinos, 23 oficiales y tres capitanes, están actualmente bajo investigación de la Comisión de Derechos Humanos de México (CNDH) presuntamente vinculada a 23 desapariciones forzadas.
La CNDH de México no ha podido revelar informacion sobre las atrocidades de Los Zetas en Nuevo Laredo por las constantes amenazas del crimen organizado.
Fuentes de inteligencia revelaron que las fuerzas militares enviadas a Nuevo Laredo como reemplazo tienen órdenes muy diferentes.
Se ha ordenado a las nuevas tropas que realicen operaciones rutinarias de patrullaje y que solo se enfrenten a los Zetas cuando son atacadas. También se ha ordenado a las tropas que mantengan un perfil más bajo y que no realicen ninguna operación que pueda atraer atención no deseada.
El retroceso por parte de la milicia ha beneficiado a la facción CDN de Los Zetas ya que les permite recuperar las calles.
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