Al menos siete homicidios habrían cometido en apenas medio año de este 2018, tres agentes de la Patrulla Fronteriza Sector Laredo. Dos de ellos eran supervisores.
Primero fue el puertorriqueño Ronald Anthony Burgos Avilés, de 28 años, adentro de la Patrulla Fronteriza como Supervisor de Primera Línea, homicida de Griselda Hernández, de 27 años, y de su propio hijo de ambos, Dominik Alexander Hernández, de 1 año, encontrados apuñalados a la orilla del río Grande, junto a la colonia Lowry Farm, a la altura del cruce de Bristol y Allen, sobre el camino a las Minas, el lunes 9 de abril. Ambos eran pareja sentimental.
Segundo homicida
En el poblado de Río Bravo, Texas, sólo 15 millas al sureste de Laredo, otro agente de la Patrulla Fronteriza (no identificado por la autoridad), al mediodía del miércoles 23 de mayo, mató de un balazo a Claudia Patricia Gómez González, de 20 años, indocumentada, cuando huía de la patrulla, esto en la cuadra 18 de la calle Centeno, cerca del río Grande, cuando ella y otros indocumentados salieron del lote 1823 corriendo en todas direcciones. Este tipo no está siendo juzgado.
Tercer homicida
El más reciente caso, cobró la vida de cuatro mujeres -al parecer meretrices, todas- y fue a tirarlas a una mismo área en despoblado, afuera de Laredo, con 12 días de diferencia, entre la primera y la última.
El más reciente caso se trata de David Ortíz, otro supervisor de la Border Patrol, detenido el sábado pasado y catalogado como asesino serial, quien cobró la vida de cuatro mujeres, prostitutas, a quienes tiró en una misma área en despoblado, afuera de Laredo, entre el 3 y el 15 de septiembre de este año.
Sólo hay dos chicas identificadas de las cuatro que fueron asesinadas,al parecer por el agente de la Patrulla Fronteriza, Juan David Ortiz.
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