Nada se pudo hacer por José Alberto, cuyos compañeros lamentaron su pérdida irreparable
Por CARLOS TIJERINA
Su cuerpo quedó destrozado.
A sus 35 años, José Alberto, un buen trabajador como lo calificaron algunos de sus compañeros, murió en la empresa AMPASA. Se resbaló en forma accidental y cayó a una trituradora de aves mientras trabajaba en ella.
La tragedia, que enlutó a la familia López, se registró ayer por la madrugada, en la mencionada empresa, ubicada en la calle El Nogal, en la colonia Granjas Regina del sur de Nuevo Laredo.
Parecía que se trataba de una escena extraída de un filme de horror. Los restos “enredados” en las afiladas navajas de la trituradora que se usa para aves y sangre podían apreciarse por todos lados de la máquina.
Hasta ahora se desconoce cómo fue el accidente, sólo que nada se pudo hacer por José Alberto, cuyos compañeros lamentaron su pérdida irreparable en redes sociales.
NADA SE PUDO HACER
Al recibirse el reporte en la Línea de Emergencias 911, unidades de Protección Civil y Bomberos fueron enviados de inmediato al lugar, pero nada se pudo hacer.
En el 2017, la empresa AMPASA fue sancionada por autoridades municipales, ya que descargaba aceite y desperdicios orgánicos hacia el drenaje sanitario.
Constantes fueron las denuncias de los vecinos por el insoportable olor que emanaba el resultado de la mezcla entre aguas negras y los residuos de aceite.
Incluso, en una ocasión, en la Carretera Nacional brotó aceite de una alcantarilla, lo que obligó a las autoridades municipales a tomar cartas en el asunto clausurando la descarga hacia el drenaje sanitario de la empresa.
De la muerte del hombre dio fe personal de la Policía Investigadora y Servicios Periciales.
Los restos fueron enviados a una funeraria.
Fuente: El Mañana de Laredo
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