¿Quién fue “El Barbas”?, Arturo Beltrán Leyva

Fue amigo y socio de Joaquín El Chapo Guzmán, sin embargo su relación comercial terminó en el año 2008.

Arturo Beltrán Leyva mejor conocido como “El Barbas” fue un capo de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas en México, conocida como el Cártel de los Beltrán-Leyva, liderado por los hermanos Beltrán Leyva; Marcos Arturo, Carlos, Alfredo y Héctor.

“El Barbas” trabajó con muchos narcos populares y de gran poder, como “El Señor de los Cielos”, Amado Carrillo Fuentes, además de también haber sido socio de Joaquín El Chapo Guzmán hasta que su relación comercial acabó en el año 2008.

 

Beltrán Leyva también trabajó de la mano de Ismael «El Mayo Zambada y con el cártel de Los Zetas; además de ser jefe directo de Edgar Valdez Villarreal «La Barbie» y jerárquicamente de Cleotilde Rentería (fundador del cártel Guerreros Unidos).

Muerte de Arturo Beltrán Leyva.

La muerte de Beltrán Leyva fue un suceso muy recordado en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, pues el hombre se escondía en un fraccionamiento muy lujoso ubicado en la zona urbana, los llamados “Altitud” eran departamentos de lujo, incluso se decía que la famosa celebridad de youtube Yuyaa, vivía en el mismo fraccionamiento.

El capo falleció el día 16 de diciembre de 2009, durante un enfrentamiento entre elementos de la Armada de México y miembros del cartel.

La confrontación duró cerca de 90 minutos, durante los cuales los sicarios arrojaron aproximadamente 20 granadas de fragmentación. Marcos Arturo Beltrán Leyva y cuatro miembros del cártel que fungían como guardaespaldas fueron abatidos, mientras que uno más se suicidó al verse copado por los militares.

Pidió apoyo a La Barbie antes de morir

Édgar Villarreal «La Barbie» comunicó a la prensa que El Jefe de jefes lo llamó la mañana del enfrentamiento, tan solo minutos antes de su muerte. En su última llamada y mientras los marinos disparaban contra su equipo, Arturo pidió a Villarreal que le enviara sicarios de refuerzo a los edificios de Altitud, pero éste le recomendó que mejor se entregara. Por su parte, Leyva le dejó en claro que «prefería morirse».