Nueva York.- El narcotraficante Joaquín Guzmán Loera pidió al juez que preside su proceso tener un “gesto humanitario” y permitirle a abrazar a Emma Coronel el próximo martes 13, día en que inicia el juicio.
Extraditado hace casi dos años a Estados Unidos, donde se le acusa del tráfico de 155 toneladas de cocaína durante 25 años a ese territorio, no se le ha permitido recibir visitas de su esposa, de 29 años de edad; ella ha asistido a todas las audiencias en la corte sin poder acercarse y tampoco se les permite hablar por teléfono.
A sus 61 años, “El Chapo” solo recibe visitas de sus hijas mellizas y sus abogados, con quienes se comunica a través de una mampara de cristal. En la prisión de Manhattan que lo resguarda, permanece en aislamiento 23 horas al día.
El capo desea dar a su esposa “un saludo breve y momentáneo que incluya quizás un abrazo el martes 13 de noviembre, antes del inicio de los argumentos de apertura”, explicó la abogada Mariel Colón Miró al juez Brian Cogan. “Puede ser un breve abrazo en la corte delante de todo el mundo, separados por la barrera. El proceso total no llevaría más que un par de segundos”, agregó.
La defensa del “Chapo” alega que el deterioro de su salud podría conducir “potencialmente a un problema en su habilidad de asistir efectivamente en su defensa”.
El narcotraficante y líder del Cártel de Sinaloa podría ser condenado a cadena perpetua. La defensa asegura que “no existe riesgo” de que el capo que se fugó de dos prisiones de máxima seguridad en México se escape o intercambie mensajes con Emma Coronel.
Información de SDP NOTICIAS
Descubre más desde México Rojo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.