México.- El Gobierno de Tamaulipas y la Fiscalía General de la República (FGR) se hallan en medio de una seria controversia debido a la donación de un helicóptero Bell 206, la cual fue anunciada con mucha pompa en un evento en Reynosa, Tamaulipas. Dicha aeronave, presentada como un medio para luchar contra el crimen y asistir en situaciones de emergencia, se encuentra rodeada de un pasado turbio que cuestiona la integridad de la donación.
El helicóptero, incautado por la FGR en San Luis Potosí, había sido asociado previamente con líderes de Morena en Ciudad Mante, Tamaulipas. En 2022, el alcalde Noe Ramos, quien fue asesinado hace meses, denunció que la aeronave había aterrizado en un parque de béisbol en Ciudad Mante, supuestamente para evacuar a Carlos Santiago González, presidente del distrito local de riego. Un video captó a Santiago González embarcando la aeronave en un campo abierto de esa ciudad, lo que levantó sospechas sobre su uso ilegal. Además, el asesinato del alcalde en junio de este año se ve envuelto en controversia debido a que el gobierno de Tamaulipas le retiro a su escolta.
Hoy, con bombo y platillo, el delegado del gobierno, acompañado por la cónsul general de Estados Unidos en Matamoros, Brianna Powers, y Ernesto Cuitláhuac Vázquez Reyna, titular de la FGR en Tamaulipas, presentó la donación. Marco Antonio Pérez Tovar, Fiscal jefe de la subsede Victoria de la FGR, explicó que el helicóptero, valuado en 440 mil dólares, fue asegurado tras realizar vuelos clandestinos y ahora servirá al Gobierno del Estado.
«Es una aeronave que era utilizada para cometer delitos y a partir de hoy se sumará a las herramientas con que cuenta el Gobierno del Estado para combatirlos y auxiliar a la población en casos de emergencia», declaró Pérez Tovar. Sin embargo, omitió mencionar que esta misma aeronave transportaba a aspirantes a cargos de elección popular de Morena en Mante, Tamuín y Tamasopo, y que fue decomisada en una operación que reveló su inoperatividad. El mantenimiento de este «regalo» costará más al estado que el beneficio que pueda proporcionar, pasando de manos de un grupo criminal a otro.
Este escándalo subraya la falta de transparencia y el uso propagandístico de recursos cuestionables por parte del Gobierno de Tamaulipas y la FGR. La donación del helicóptero, lejos de ser un acto heroico, expone la complicidad y la perpetuación de prácticas corruptas que debilitan la confianza pública en las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia.
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