Ciudad de México.- Desde que inició el proceso electoral, la violencia política ha cobrado la vida de 18 aspirantes vinculados a MORENA y sus aliados, mientras que las investigaciones al respecto han sido nulas y el silencio de MORENA y los comités directivos nacionales es ensordecedor.
Según una investigación de Integralia, consultora en análisis político, en el período comprendido entre el 1 de septiembre de 2023 y el 1 de abril de 2024, se han documentado 127 aspirantes o candidatos que han sido víctimas de violencia política en todo el país. Esta cifra alarmante revela que, en promedio, una persona aspirante es agredida cada dos días.
En el panorama político, la propaganda de López Obrador solo culpa a la oposición; sin embargo, la mayoría de los aspirantes de MORENA y sus aliados han tenido vínculos con la delincuencia o han sido vinculados en el pasado a fraudes gubernamentales y otros actos ilícitos. Mientras tanto, otros aspirantes han sido impuestos presumiblemente por la compra del puesto. Sin embargo, se han explorado líneas de investigación que sugieren el hartazgo dentro del mismo movimiento en el poder, que ha eliminado piezas que le resultaban incómodas.
De acuerdo con Integralia, el 73.4% de las agresiones se concentran en aspirantes a puestos municipales, mientras que el 14.5% y el 7.3% corresponden a aspirantes a cargos federales y estatales, respectivamente. Es especialmente preocupante la situación en territorios donde existe una fuerte disputa entre grupos criminales, ya que la violencia se ha vuelto más frecuente en estas zonas.
Los números son contundentes: se registran 72 amenazas, 24 asesinatos y 16 atentados con arma de fuego contra aspirantes políticos. Además, se han documentado casos de secuestros y otras formas de violencia.
Un dato aún más alarmante es que, en promedio, los aspirantes de la oposición han sido más atacados a nivel estatal. En estados como Jalisco, Colima, Tabasco y Sinaloa, el 100% de las agresiones han sido dirigidas contra candidaturas del bloque opositor.
Entre los asesinados se encuentran figuras prominentes como Samantha Gómez Fonseca, quien aspiraba a una senaduría por la Ciudad de México bajo las siglas de MORENA, así como Miguel Cruz, Dagoberto García, Ricardo Taja Ramírez, Alfredo Giovanni Lezama, Juan Pérez Guardo, Yair Martín Montero, Manuel Hernández, Miguel Ángel Zavala, Tomás Morales Patron, Jaime González Pérez, Gisela Gaytán, Adrián Guerrero, y otros más.
La lista de víctimas incluye aspirantes de diversos partidos políticos, como el PRI, el PAN, el MC, el PRD y el PVEM, lo que pone de manifiesto que la violencia política no distingue colores ni ideologías.
Ante esta grave situación, se exige una respuesta inmediata por parte de las autoridades competentes y se demanda a MORENA y los comités directivos nacionales romper su silencio cómplice y tomar medidas concretas para garantizar la seguridad de los aspirantes y candidatos en este proceso electoral. La democracia y la vida de las personas no pueden seguir siendo víctimas de la violencia política en México.
La impunidad y la indiferencia no pueden ser la norma en un país que se dice democrático. Es hora de que las autoridades actúen con determinación para poner fin a la violencia política y garantizar la seguridad de todos los aspirantes y candidatos.
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