El Departamento de Estado de Estados Unidos informó en su reporte sobre los Derechos Humanos 2019 en México que encontró participación policial, militar y de funcionarios gubernamentales en “asesinatos ilegales, desapariciones forzadas y torturas”.
Entre los temas importantes de derechos humanos se incluyen informes sobre la participación de policías, militares y otros funcionarios del gobierno y grupos armados ilegales en asesinatos arbitrarios, desapariciones forzadas y torturas”, afirmó el resumen ejecutivo del texto.
Además de destacar que las violaciones en la materia siguen siendo un problema por “tasas de enjuiciamiento extremadamente bajas”, ya que el departamento dirigido por Mike Pompeo encontró que grupos delictivos cometieron asesinatos, “a veces, en alianza con funcionarios corruptos federales, estatales, locales y de seguridad”.
La dependencia estadounidense ejemplificó que de 2006 a 2018, la Fiscalía General de la Nación informó 88 investigaciones penales por homicidio cometido por un funcionario público, pero que solo resultó en “la condena de 25 personas”.
Dentro de las denuncias del informe se encuentran la conducción ilegal de las autoridades para resolver casos fuera de las normas, detenciones arbitrarias, duras condiciones en los centros penitenciarios, y destacó que “hubo informes de desapariciones forzadas por grupos del crimen organizado, a veces con acusaciones de colusión estatal”.
Aunque también destacó un responsable establecimiento de los salarios mínimos en diciembre de 2018, al cumplir las leyes de trabajo infantil, dijo que los migrantes han estado expuestos a las bandas criminales.
En septiembre, la Red de Organizaciones de Migrantes (Redodem, un grupo de ONG que alberga a los migrantes) informó que en 2018 la policía federal, estatal y municipal, así como las fuerzas militares, cometieron al menos 865 delitos contra los migrantes”, precisa el comunicado.
Human Rights Watch dijo en febrero pasado que el programa estadounidense “Permanecer en México” obligó a las familias con niños a esperar en ambientes inseguros en ese país durante muchos meses.
Las condiciones, las amenazas a la seguridad y la sensación de incertidumbre que enfrentan los solicitantes de asilo mientras esperan en México provoca estrés psicológico crónico y severo para los menores y las familias”, dijo Ryan Matlow, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
Con información de Notimex
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