Este municipio vivió una noche que sus habitantes seguramente no querrán que se repita pues estuvieron inmersos en momentos de miedo y pánico, avivados por la desinformación generada a través de las redes sociales, donde señalaban cantidades que iban desde ocho hasta 14 personas muertas a raíz de balaceras que se suscitaron en varias partes de la ciudad y en la comunidad Los Julianes.
Una vez que terminó la tempestad, el recuento de los daños arrojó que hubo seis personas asesinadas y una lesionada, así como daños a casas que presentaron horadaciones de bala.
Todo comenzó cerca de las 19:20 horas. Una balacera de casi cinco minutos fue el anuncio de lo que sería una larga noche.
En la comunidad Los Julianes, la gente suspendió su rutina diaria al escuchar el estruendo de disparos de arma larga y pistola en la calle Hidalgo.
Según versión de habitantes, una cantidad no precisada de hombres armados llegaron a bordo de camionetas y empezaron a disparar hacia las fachadas de dos viviendas, ingresaron a una casa buscando a alguien y mataron a una mujer que, en un intento desesperado por esconderse de los agresores, se metió debajo de una cama pero ahí falleció baleada.
Luego, de acuerdo con reportes de apaseenses, publicados en redes sociales, el convoy de gente armada se dirigió a la zona de Loma Bonita donde hicieron disparos y continuaron su trayecto hacia El Cerrito.
Ahí, en la calle Juan Oliveros, dispararon en contra de Eduardo N., quien quedó muerto sobre la banqueta.
Cuando los vecinos se animaron a salir, una mano piadosa colocó una veladora a un lado de su cabeza y lo cubrieron con una sábana.
Cerca de ahí, los sujetos, que iban en una camioneta, vieron a una pareja parada junto a una motocicleta y, tras frenar de manera intempestiva, descendieron para dirigirse hacia el hombre que, al ver a los individuos armados, pretendió escapar corriendo hacia un terreno baldío pero le dispararon y una de las balas se incrustó en su cabeza.
Malherido, una ambulancia lo trasladó al hospital comunitario, donde murió cerca de la media noche, según versión extraoficial.
A unos metros, en otras camillas del área de urgencias, dos hombres agonizaban casi al mismo tiempo que él. La vida se les escapaba por las heridas de bala que les infringieron al ser sorprendidos en una de las calles de la colonia Los Fresnos, justo atrás del templo de la Preciosa Sangre de Cristo, por las vías del tren.
Aquí, los amigos y familiares del par de heridos recibieron a pedradas a la policía municipal culpándolos de que habían tardado mucho tiempo en responder a su llamado.
A la par, en el sistema de emergencias recibían la petición de ayuda porque un trabajador del Parque Industrial Chuy María estaba herido de bala en la pierna derecha, desconociéndose si fue agredido por los mismos individuos.
Uno de los occisos fue identificado como “El Chayo”, quien era minusválido y para movilizarse empleaba una silla de ruedas, de la segunda víctima no aportaron nombre. Sus decesos se registraron a eso de las 23:00 horas, aproximadamente.
Para este momento, en Tenango El Nuevo, los habitantes permanecían asustados dentro de sus viviendas pues el contingente de hombres armados había llegado a la calle 20 de Noviembre, entró a un domicilio y rafagueó a uno de sus inquilinos, identificado como Darío, quien murió bocarriba, junto a una cama.
El temor de los tenanguenses se incrementó porque esparcieron la recomendación de “toque de queda”, como suelen hacer cuando ocurre un suceso de relevancia en el área.
Así, menos de una hora bastó para que este municipio quedara prácticamente solo, pocos eran los que se atrevían a salir a las calles. Muchos pegados a sus teléfonos en busca de información y comentarios acerca de lo acontecido. Cerca de las 22:00 horas, un par de peritos analizaban por dónde empezar a recopilar indicios y fotografiar escenas del crimen.
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