En la celda donde estuvo privado de su libertad localizaron cartas de mujeres que le ofrecían a sus hijas, además de juguetes sexuales, ropa interior de mujeres y otros objetos.
Una serie de secretos del narcotraficante Pablo Escobar revelaron los agentes retirados de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) Steve Murphy y Javier F. Peña, en su libro ‘Cazadores: Cómo atrapamos a Pablo Escobar’ (‘Manhunters: How We Took Down Pablo Escobar’).
Extractos de este libro fueron publicados por The New York Post. Cuentan que en 1991, el criminal se rindió a las autoridades colombianas y acordó pasar 5 años en la cárcel. Entonces, construyó una prisión conocida como ‘La Catedral’, en el Departamento de Antioquia, donde tenía como guardias a gente de su confianza. Un año después del encarcelamiento, el narcotraficante escapó.
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Exorbitantes lujos de Pablo Escobar
Los agentes también escribieron sobre los lujos que tenía Pablo Escobar en todas las casas que habitaba, incluso en la cárcel que construyó para estar preso, “esta lucía como un club de campo lleno de cosas lujosas, entre ellas televisores, refrigeradores y sistema de sonido”, describen los ex agentes.
Asimismo refieren que el narcotraficante nunca dormía en el mismo lugar durante más de 2 noches consecutivas. “Usaba cabañas cercanas para las fiestas y alternaba el sueño en cada una de ellas”.
Las casas que allanaban, propiedad de Escobar, contaban con grandes lujos, principalmente los baños que él utilizaba, pues estos siempre estaban brillantes y con accesorios nuevos.
Mujeres ofrecían sus hijas a Pablo Escobar
Uno de los secretos que más han causado asombro son las cartas que los agentes encontraron en la celda donde estaba encerrado, pues estos mensajes eran enviados por mujeres que ofrecían que Escobar tuviera sexo con sus hijas, pero se desconoce si el líder del cártel de Medellín aceptó las propuestas.
También en un armario encontraron lencería de encaje y juguetes sexuales, incluso vibradores.
Uno de los ex agentes enumeró una colección de dibujos animados satíricos que se burlaban de Estados Unidos. Todos los volúmenes de estas cintas fueron firmados por Escobar y encerrados en cajas de regalo de cuero.
Ahora, años después de la operación, a Murphy todavía le resulta difícil creer que formó parte de esa búsqueda. «¿Hicimos esto de verdad? ¿Se acabó realmente?», preguntó, añadiendo que el operativo «lo sintió como un sueño».
Fuente: La verdad
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