Hechos ocurridos el 11 Febrero del 2016
MONTERREY.
Una riña en el penal de Topo Chico entre dos grupos criminales dejó un saldo de 49 muertos y 12 heridos, cinco de ellos de gravedad, confirmó el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.
En un principio, luego de un silencio de siete horas desde que ocurrieron los hechos, había hablado de 52 muertos.
El enfrentamiento inició alrededor de las 23:30 horas del miércoles con el incendio de una bodega de víveres y fue controlado cerca de las dos de la madrugada de ayer.
Adentro no había elementos del Ejército porque el gobernador había cancelado un acuerdo de vigilancia.
Autoridades locales “hicieron el control desde fuera y no intervinieron para evitar un mayor problema”, dijo.
Explicó que una pelea entre dos grupos de reclusos antagónicos, liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, El Credo, y por Juan Pedro Zaldívar Farías, El Z27, originó la masacre.
Tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados hubo una condena por los hechos y por la actitud titubeante del gobernador quien, dijeron, está más preocupado por su futuro político.
Inacción desata tragedia en penal de Nuevo León
El gobierno de Jaime Rodríguez �no interviene en reyerta, lo que detona 49 muertos y 12 heridos �en el penal estatal de Topo Chico.
Luego de que el gobierno de Nuevo Léon cancelera el acuerdo con las fuerzas federales para la custodia de penales estatales y se trasladara en noviembre pasado al capo Juan Pedro Saldívar Farías, El Z-27 de una cárcel de Matamoros al penal del Topo Chico, ayer se suscitó una riña entre seguidores de éste y José Iván Hernández El Credo, con saldo de 49 muertos y 12 heridos, cinco de ellos llevados a hospitales por su gravedad.
Fue poco después de la medianoche del miércoles que se conoció la noticia de un motín en la cárcel, que padece de una sobrepoblación de 24% y en la que existe espacio para reos federales.
El gobernador Jaime Rodríguez El Bronco dijo que los hechos iniciaron a las 23:30 horas del miércoles, pero las autoridades locales “hicieron el control desde fuera y no intervinieron para evitar un mayor problema”.
Según el gobernador, a las 01:30 horas del jueves se controló el problema en las zonas C-2 y C-3, pero tardó siete horas en informar a la ciudadanía de lo que pasó en el penal, lo que provocó airadas quejas de familias de reos.
Poco después de las 09:00 horas de ayer, el gobernador Jaime Rodríguez ofreció una rueda de prensa en Palacio de Gobierno en donde dio a conocer cómo se originó el estallido de violencia.
Dijo que el conflicto partió de una disputa entre los grupos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, El Credo y Juan Pedro Saldívar Farías, El Z-27.
Aunque en un principio se dijo que los cabecillas criminales pertenecen a bandas rivales, más adelante se precisó que ambos forman parte del cártel de Los Zetas.
En un principio, el mandatario estatal había establecido que los fallecidos eran 52, poco antes de las 16:00 horas, Miguel Treviño, jefe de la Oficina Ejecutiva del gobernador, corrigió la cifra.
“Hay una corrección en el número de muertos registrados fueron 49 de los cuales 40 ya están plenamente identificados, hay otros cinco cuerpos calcinados y otros cuatro cuerpos que están pendientes de identificar”, detalló el funcionario estatal.
Por la noche se dijo que ya se habían identificado 44 cuerpos y entregado 15 a familiares; los cinco calcinados tardarían en ser reconocidos.
La disputa
Según el Porky, exrecluso que cumplió una condena de 12 años por delitos contra la salud y alcanzó su libertad en octubre de 2015, dijo que El Credo fue el jefe de plaza de Los Zetas en Monterrey, es el líder máximo en la cárcel”.
Detenido en noviembre de 2012 en Monterrey, Nuevo León, por el Grupo Antisecuestros junto con una célula de Los Zetas que tenían en su haber 48 homicidios, fue ingresados al penal estatal.
Mientras que Saldívar Farías, El Z-27 era su lugarteniente y al “no estar parejos en las ganancias inició la disputa entre los seguidores de ambos integrantes de la organización criminal”, según el Porky.
La falta de información de las autoridades generó que los familiares de los internos tuvieran brotes de violencia contra las instalaciones del reclusorio.
LA MAYOR TRAGEDIA
El enfrentamiento entre reos en el penal de Topo Chico es la mayor tragedia en al menos 30 años.
La noche del miércoles y la madrugada del jueves murieron 49 reos en un enfrentamiento entre dos bandas rivales en el penal del Topo Chico, en Monterrey Nuevo León.
El 19 febrero de 2012 mueren 44 reos y treinta presos se dan a la fuga, tras un enfrentamiento entre grupos del crimen organizado por el control del penal de Apodaca, en Nuevo León. Se enfrentaron reclusos de Los Zetas y el cártel del Golfo.
El 5 enero de 2012 fallecen al menos 31 reos y trece sufren heridas en una pelea en el Centro de Ejecución de Sanciones de Altamira, en el estado mexicano de Tamaulipas, al enfrentarse dos grupos de la droga, Los Zetas y el cartel del Golfo.
El 25 julio de 2011 mueren 27 presos y veinte resultan heridos en un tiroteo entre las bandas rivales Los Aztecas y Los Mexicles, brazos armados de los cárteles de La Línea y de Sinaloa, en el penal municipal de Ciudad Juárez.
El 18 diciembre de 2012 mueren 24 personas (15 presos y nueve guardias) en un motín e intento de fuga en el Centro de Reinserción Social 2 de Gómez Palacio, en Durango.
Entre el 22 y 24 de diciembre de 1988 resultan 23 muertos, 19 de ellos reclusos, y más de diez heridos en el motín protagonizado por 50 reos en el penal de Tepic (Nayarit).
Constante violencia
La violencia y los enfrentamientos al interior del centro penitenciario Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León, se han vuelto una constante, desde 2008 es común que se registren hechos como los sucedidos este jueves, en el que perdieron la vida 49 internos.
En febrero de ese año, en menos de 24 horas se registraron dos hechos violentos, dejando un saldo de dos personas muertas por heridas de arma de fuego, y varias más resultaron lesionadas.
Desde entonces, Los Zetas se disputan el control del penal.
También se han registrado ajustes de cuentas, el 11 de enero de 2011, tras una aparente riña, Gabriel Ayala Romero, El zar de la piratería, fue asesinado de 23 puñaladas.
Pero no sólo existe agresión entre los reos, en febrero de 2011, un jefe de seguridad, Francisco Martínez y una custodia fueron asesinados y descuartizados y un grupo de cuatro custodios fue agredido a balazos.
En octubre de 2012 se llevó a cabo un ataque con granadas al interior del penal con un saldo de dos reos heridos.
Además de ese ataque ya se habían registrado en ese mismo año cinco ataques más con armas largas y explosivos.
En septiembre del 2015, el Ejército retiró la vigilancia del penal y el gobierno entrante se negó a renovar el convenio.
Los llevan a cárceles federales
Los responsables de la riña en el penal de Topo Chico, Jorge Iván Hernández Cantú, El Credo y Juan Pedro Saldívar Farías, El Z-27, fueron trasladados a penales federales, según el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez.
El Bronco dijo que la situación en la cárcel de Topo Chico es un penal tan viejo “que no es difícil que se salgan los reos cuando todos empujan una puerta o tratan de brincar un malla”.
Precisó que sí hubo algunos disparos, ya que a uno de los cuerpos le realizaron la autopsia y se le encontró una ojiva de bala. “También tenemos confirmado que es uno de los custodios, que defendió una crujía de mujeres, cuando se va la turba hacia ese lado, hubo disparos y solamente encontramos en uno de los 20 que ya tenemos identidades, una bala. Los demás son con armas punzocortantes, puntillas, botellas, palos”, indicó Rodríguez Calderón.
Recordó que en la riña, se usaron armas punzocortantes, bates, palos, fue una riña campal, no hubo armas de fuego. Es un penal muy viejo, no hay control”, señaló.
En entrevistas para Grupo Imagen Multimedia detalló que el enfrentamiento fue “lamentable, doloroso, difícil”; sin embargo dijo que debe reponerse de la situación “agarrar” el control, estar con los familiares y por supuesto hacer una investigación de los hechos. Reportó que todos los cuerpos ya están fuera del penal”.
Exigen dejar a un lado la negligencia en penales
Ante la sobrepoblación de cárceles, corrupción y autogobierno, las autoridades federales y locales no pueden seguir viendo con negligencia los penales del país, aseveró Gustavo Hireles Morán, integrante de la extinta Liga 23 de Septiembre y quien estuvo preso en el Topo Chico en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado.
Recordó que durante su estancia en dicho penal había convivencia, civilidad y normalidad en la comunidad carcelaria, pero en los 80 se empezó a degradar hasta convertirse en una deterioro, intensificado con la llegada de halcones, sicarios y capos del narco.
Preso en los 70 por sus vínculos con la guerrilla urbana, Hireles Morán dijo que en el penal del Topo Chico convivió hasta con 30 compañeros de causa, pero nunca vieron un hecho tan lamentable como el de hace unas horas.
“Lo más grave que llegamos a ver fue cuando en un intento de fuga mataron a tres de nuestros compañeros, pero nunca se había visto algo así. Se tiene que reformar el sistema carcelario del país, si no quieren repetir la historia”, aseveró.
Con información de Excélsior y Reforma
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