Crimen Organizado se quieren adueñar del ejido ‘El Gallito’ en Bacalar Quintana Roo
CHETUMAL, Quintana Roo. – Habitantes de la comunidad “El Gallito” en Bacalar, Quintana Roo, denunciaron que grupos criminales atacaron sus viviendas con armamento de alto calibre, con la intención de apoderarse de sus tierras y robar sus pertenencias.
Ejidatarios que pidieron mantener su anonimato, en entrevista, relataron que la madrugada del 12 de junio, un grupo de sicarios ingresó a la comunidad y dispararon a casas y vehículos de los 40 ejidatarios residentes.
“Muertos fue nomás uno. Dicen que hubo más, pero quién sabe. No sabemos, porque ahora sí que ellos, cuando hay muertos, se los llevan. Tenemos nosotros familias desaparecidas todavía; no decimos que se la hayan llevado. Ellos se fueron al monte, se tiraron a matar porque la pinche balacera duró como hora y media trayendo hasta calibre 50.
Ahí están los pinches tirones”, explicó el ejidatario a ese medio.El grupo criminal, que según el entrevistado dijo que presuntamente se dedican al narcotráfico’, incendió algunas casas, tractocamiones y maquinaria, y resultó en la muerte de una persona.
Ante estos hechos, los pobladores de “El Gallito” abandonaron sus pertenencias y se refugiaron en el bosque, y se desconoce el paradero de varios familiares.
“Esta gente tiene meses que no quieren robar nuestros ranchos, nuestras parcelas. Tenemos como unos 40 ejidatarios que vivimos aquí y pues ahora sí que nos dedicamos a la engorda de ganado, al pie de cría, a la agricultura, maíz; tenemos barbecho y tierra mecanizada con tractores”, añadió el ejidatario.
La situación empeoró cuando inició una guerra entre grupos criminales del cartel de Sinaloa y Caborca por el control de la zona, presuntamente para el trasiego de drogas y pistas, por lo que operan en las comunidades de Miguel Alemán, Verde, Canaán y Otilio Montaño, entre otros.
Al menos 15 comunidades del municipio de Bacalar enfrentan problemas similares, aunque el miedo les impide denunciar.
“Todos esos ejidos ya los agarraron; ya muchos ranchos, ya se quedaron con ellos”, apuntó el poblador.
Autoridades de la Fiscalía del Estado y la Guardia Nacional, el 19 de mayo, se reunieron con los habitantes de la comunidad para abordar las amenazas del grupo criminal.
Pero, tras el encuentro, la violencia se intensificó, con sicarios que buscaban a los denunciantes y que llegaron incluso con fotografías de ellos.
Los sicarios localizaron la vivienda de un denunciante, resultando en el asesinato “de su familia”, la desaparición y posterior aparición sin vida de varias personas, y la quema de diversas viviendas y vehículos.
Después de esta amenaza inicial, el 23 de mayo, el Ejército Mexicano llegó para brindar seguridad y evacuar a 46 familias, principalmente mujeres y niños, en un presunto intento por proteger a los residentes.
Pero el ataque del 12 de junio fue peor, aunque después de esto algunos habitantes decidieron quedarse para defender su comunidad, aunque continúan bajo el asedio de los delincuentes. La violencia obligó a muchas familias a huir, en busca de preservar sus vidas y bienes.
La falta de una solución y protección efectiva para estas comunidades expone la vulnerabilidad de muchas zonas rurales de México ante el avance de los cárteles.
La intervención de las fuerzas armadas, aunque necesaria, no ha sido suficiente para garantizar la seguridad a largo plazo.
Información y fotos @PalabraCaribe.
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