En los últimos días, en la zona sur de Tamaulipas, una narcomanta reveló una escalofriante conexión entre el mundo de la política y el narcotráfico. El mensaje, dejado en un puente peatonal, señalaba directamente al abogado Erick Velázquez Romero y su esposa, vinculándolos con el CJNG.
Velázquez Romero, operador financiero en las campañas de Alma Laura Amparan y Armando Martínez Manríquez, ha sido identificado como un elemento clave en la red de relaciones entre el mundo político y el crimen organizado. Se destaca su estrecha relación con Juvenal Hernández Llanos y el actual alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez.
La manta revela que Velázquez Romero y su esposa fueron financiados por el CJNG, a pesar de los vínculos conocidos entre Juvenal Hernández Llanos y el Cártel del Golfo, donde ambos ocupan altos cargos. Además, se menciona la utilización de los servicios de la organización del golfo para protección y acciones contra opositores por parte de Martínez Manríquez y sus allegados.
Esta situación desencadena una tensión palpable, ya que se vislumbra una potencial guerra entre facciones en pleno contexto electoral, donde Juvenal Hernández Llanos impulsa a David Valenzuela como candidato a la alcaldía por el PRD y Martínez Manríquez busca la reelección por Morena.
La narcomanta evidencia la corrupción y el peligroso entrelazamiento entre la política y el narcotráfico en Tamaulipas, poniendo en entredicho la integridad del proceso electoral y la seguridad de la región.
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