Las familias de las víctimas de Rafael Caro Quintero quieren saber qué lo llevó a convertirse en un ser humano despiadado y a la vez ser reconocido como uno de los padres del narcotráfico moderno, pero por decisión de la extinta Secretaría de Seguridad Pública (SSP) los documentos que contienen su perfil psicológico permanecerán como reservados hasta el año 2022.
Genaro García Luna, entonces titular de la SSP, tuvo en sus manos información privilegiada de cómo actúa la mente y las patologías del llamado ‘Narco De Narcos’; datos que seguramente podrían usarlos para una futura recaptura.
Por ser un asunto de interés general el conocer qué piensa un hombre de alta peligrosidad para la nación, muchos lamentaron la opacidad de las autoridades en un tema tan delicado.
La SSP decidió ponerle candado al estudio psicológico del fundador del Cártel de Guadalajara en base a la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, así como algunos lineamientos generales para la Clasificación y Desclasificación de la Información de las Dependencias y Entidades Administrativas Pública Federal, el Reglamento de los Centros Federales de Readaptación Social y el Manual de Tratamiento de los Internos de los Centros Federales de Readaptación Social.
Caro Quintero, de 66 años, nunca ocultó ser un hombre de cuna humilde y que terminó sus estudios básicos durante su estancia en la prisión.
Pero las autoridades decidieron no dar pie a la polémica y señalaron que los documentos podrán ser consultados por cualquier persona hasta concluir el plazo contemplado en los Criterios de Clasificación internos y de acuerdo con ellos, los expedientes administrativos de los internos que se encontraban en proceso o sentenciados, eran confidenciales.
Sobre la vida de Caro Quintero hay misterios, uno de ellos es la mente y lo poco que es del dominio público se conoció gracias a los testimonios de personas allegadas o que conocieron al capo.
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