Una caravana de miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos y venezolanos, partió este lunes del sur de México con la intención de llegar a Estados Unidos, en momentos en que Washington lidia con grandes números de migrantes que buscan ingresar al país.
Con sus pocas pertenencias e hijos a cuestas, unos cinco mil migrantes salieron desde temprano de la ciudad mexicana Tapachula, fronteriza con Guatemala, dijo Irineo Mujica, uno de los organizadores del recorrido.
La mayoría de los integrantes son de Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y Venezuela.
La larga fila de migrantes caminaba al mediodía por la carretera costera y tenían la intención de pernoctar en el municipio Huehuetán, a unos 25 kilómetros al norte de donde partieron.
Ambulancias y personal de Protección Civil del Estado Chiapas escoltaban a la marea de gente.
Mujica explicó que decidieron abandonar Tapachula ya que llevaban meses tratando de tramitar visas humanitarias pero no pudieron. Incluso, se ofrecieron para ayudar a la reconstrucción de Acapulco, que fue devastada por un huracán, pero tampoco obtuvieron respuesta de las autoridades.
El Instituto Nacional de Migración de México (INM) no estuvo inmediatamente disponible para comentar al respecto.
Huyendo de la pobreza y violencia en sus países, este año, un número récord de migrantes ha atravesado el Darién -la
peligrosa selva que separa Panamá de Colombia- con la intención de llegar a Estados Unidos.
La situación ha sido impulsada, en parte, por un fuerte aumento de venezolanos que huyen del prolongado colapso económico y social de la otrora próspera nación petrolera.
«En Venezuela las cosas están muy complicadas, no podemos vivir con los recursos que nos pagan, no nos alcanza para nada por eso vamos a Estados Unidos», dijo Óscar Gutiérrez, un migrante venezolano que viajaba con sus dos hijas y su esposa.
Cada año, miles de migrantes de más de 100 nacionalidades atraviesan México en autobuses, camiones o trenes de carga buscando llegar a Estados Unidos. Durante el largo trayecto enfrentan graves peligros y suelen ser víctimas de accidentes de tránsito, violaciones, secuestros y otros delitos.
Con información de Reforma
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