Juan Heladio Clavel Nicolás es capitán de corbeta de la Armada de México y, se supone, fue propuesto por esa institución, para ser el director de la Policía Municipal de Comondú en Baja California Sur.
El 5 de diciembre de 2022, agentes estatales de la Procuraduría General de Justicia de Baja California Sur, que encabeza el bajacaliforniano y ex secretario de Seguridad de este estado, Daniel de la Rosa Anaya, llegaron hasta Ciudad Constitución para detener a un narcotraficante. A Juan Manuel Beltrán “El Alacrán”, un objetivo prioritario del vecino estado.
“El Alacrán” está acusado, y le generaron orden de aprehensión, por la comisión de dos delitos: un homicidio de un hombre de 55 años y de profesión profesor, lesiones al hijo de este; y de ultrajes a la autoridad, cuando amagó y golpeó a policías en un bar de Ciudad Constitución.
Pero el criminal estableció una red de protección en Comondú. Muchos lo protegían en Ciudad Constitución. Hace poco más de un mes, los agentes de Daniel de la Rosa lo ubicaron ahí, en diferentes casas, y una vez concedida la orden de aprehensión comenzaron a seguirle el rastro para detenerlo. Cuando ya lo iban a hacer, los detuvo el hecho que otro implicado, su jefe de seguridad criminal, Daniel Peraza “El Coyote”, a quien también aprehenderían, abandonó Baja California Sur con destino a Sinaloa donde le habían asesinado a un hermano.
Los agentes estatales decidieron esperar el regreso de “El Coyote” para detenerlos a los dos, pero al ver que esto no sucedía, el 5 de diciembre fueron a cumplimentar la orden de aprehensión contra Juan Manuel Beltrán. Sin un solo disparo, lo detuvieron cuando descendía de un auto para ingresar a una de sus casas de seguridad.
Familiares y secuaces de “El Alacrán” fueron testigos de la detención y solicitaron apoyo criminal para intentar liberarlo. De la comunicación estaban al tanto los agentes estatales, dado que tenían al detenido y sus comunicaciones. Y efectivamente, llegó un vehículo con cuatro hombres armados, quienes posterior a exigir que les entregaran a “su jefe”, abrieron fuego contra los elementos de la PGJEBCS.
Los agentes de Daniel de la Rosa repelieron la agresión, y los criminales, viéndose superados en número, huyeron corriendo. Uno de ellos, herido, fue capturado. Pero entonces, una vez más se escuchó en la frecuencia criminal, que hasta el lugar llegarían refuerzos “con armas largas”, para contener a los agentes estatales y rescatar a “El Alacrán”.
Así llegó una pick up Lobo, color blanco, tripulada por dos hombres. El copiloto bajó del vehículo, exigió fuera liberado “el jefe” y abrió fuego contra los agentes. Lo mismo hizo quien manejaba la pick up. Mientras el primer hombre vestía una camiseta blanca, el segundo portaba una camisa oficial del uniforme de la policía municipal de Comondú. Entre los dos atacaron a los agentes estatales, hasta que uno, el de la camisa blanca, fue lesionado, y el otro, vestido de policía municipal, cayó muerto.
Entonces los agentes estatales tuvieron tiempo para dividirse. Unos resguardaron la escena del crimen, y otros cumplieron con el traslado de “El Alacrán”.
Lo que observaron posteriormente les fue inaudito. Hasta la escena del crimen del pick up Lobo blanco llegó el director de la Policía de Comondú, Juan Heladio Clavel Nicolás, y sin mediar palabra, recogió y se llevó tres armas, de las dos largas y dos cortas que llevaban sus ocupantes, y con las cuales atacaron a los agentes estatales. También, más rápido que cualquier perito, Clavel recogió los casquillos percutidos por los dos hombres y se los llevó, lo mismo que otras pertenencias no identificadas que sustrajo de la Lobo.
Más tarde se sabría la razón. Los dos hombres que atacaron a los elementos estatales fueron identificados como parte de la escolta de Clavel Nicolás. El que portaba el uniforme de la municipal y que cayó muerto en el lugar, fue identificado como José Eduardo Tavera Martínez, miembro de la Armada de México, comisionado a la Policía Municipal de Comondú.
El otro hombre, el que fue lesionado, aunque de entrada fue identificado como quien sirve en la escolta de Clavel Nicolás, no fue localizado ni como miembro de la Marina, ni de la Guardia Nacional, ni de Policía alguna. Su nombre es Luciano Juárez Rodríguez.
El criminal lesionado en el primer ataque, y que fue capturado antes de huir, dijo en sus primeras declaraciones que sí conocía a los atacantes de la pick up Lobo; que trabajaban en la municipal de Comondú, y que para el grupo de “El Alacrán” se encargaban de los halcones, que en el mundo criminal se conoce así a quienes alertan a los delincuentes cuando hay un operativo en su contra.
El “marino” (así lo identificaron criminales) sobreviviente, el otro ocupante de la Lobo, está en calidad de detenido por el delito de homicidio en grado de tentativa acabada. Pero el marino que la hace de director de Seguridad de Comondú, el capitán de corbeta Juan Heladio Clavel Nicolás, aún no. Se supone que están armando la investigación para acusarlo de manipulación y sustracción de evidencia de la escena del crimen.
A pesar que personal a su servicio, un marino entre ellos, intentaron liberar a un narcotraficante acusado de homicidio y de ultrajes a la autoridad, y que manipuló la escena del crimen, Clavel Nicolás sigue encabezando la policía municipal de Comondú, que, ahora se sabe, está al servicio del crimen organizado.
¿Y por qué la alcaldesa de Comondú no lo ha separado del cargo? Es la pregunta obligada, que autoridades de Baja California Sur responden con un: “porque lo apoya Santiago Jorge Morgado Gómez, Almirante de la Cuarta Región Naval de La Paz, Baja California Sur”.
Y así de fácil se concreta la impunidad al crimen organizado y a elementos de las Fuerzas Armadas que les sirven.
La investigación sobre la participación del marino y del director de la municipal de Comondú, por cierto, se la llevó la Fiscalía General de la República, lo que, de nuevo, garantiza la impunidad para el crimen organizado.
Con información de Zeta Tijuana
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