Desde la visión estadounidense, México ha incumplido con sus compromisos pactados en el T-MEC, por lo que tiene temas pendientes a partir de los cuales podría iniciar algunas controversias y paneles internacionales en el marco de dicho pacto.
Por ejemplo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos emitió una orden, fechada en octubre de 2021, para detener la importación de jitomate mexicano argumentando que fueron producidos bajo trabajo forzoso, un tema que debe combatirse según lo pactado en el T-MEC.
Asimismo, la Ley de la Industria Eléctrica preocupa al sector estadounidense con operación en México, ante la preferencia que se le daría a la CFE, como se lo hicieron saber legisladores estadounidenses a Katherine Tai, representante comercial de EU, el pasado 12 de enero.
En la agroindustria, también reclamaron la meta del Gobierno mexicano de eliminar el consumo humano de maíz transgénico para 2024 y la campaña que ha hecho en contra de los productos importados de EU de que perjudican la salud.
Otro caso es el de la vaquita marina, pues en febrero pasado la Secretaría de Economía recibió la solicitud de EU para iniciar un periodo de consultas sobre la protección de esta especie en peligro de extinción.
Es la primera vez que México tiene que resolver situaciones ambientales a partir de un tratado comercial, pues en el T-MEC se incluyó el capítulo 24 Medio Ambiente.
Por ello, existe el riesgo que ante los señalamientos de EU sobre acciones realizadas por México la inversión de ese país baje, destacó José Ramón Alanis, director de JR Consulting México.
Con información de El Norte
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