En la Cámara de Diputados, durante el Parlamento Abierto de la Comisión de Hacienda en el que se invitó a diversos alcaldes y se analizó el Presupuesto 2020, surgieron propuestas polémicas.
Una de ellas, fue la presentada por la alcaldesa de Reynosa, Tamaulipas, Maki Ortiz, quien planteó un impuesto a la venta de elotes y tacos, así como a otros comercios informales en su municipio.
“Queremos que se establezca una ley sobre los establecimientos informales, nadie como nosotros conocemos a los informales, los tenemos en un censo, todos los taqueros, todos los eloteros, esa gente que no paga impuestos, que debería tener una tasa para pago de impuestos que pudiera después transformarse en un fondo que pudiera llegarnos”, declaró la alcaldesa, quien propone la aplicación de una tasa del 5 por ciento sobre los ingresos obtenidos por las personas que realicen actividades empresariales de este tipo.
Respecto al alumbrado público, Ortiz también propuso que se cobren impuestos, pues reprocha que todo el gasto corre a cargo de la administración municipal.
“Los municipios somos los que ponemos las luminarias, los que pagamos la luz pública y el mantenimiento de todas ellas; deberíamos tener derecho, que también los ciudadanos cooperen con nosotros para el servicio de alumbrado, como en muchas ciudades lo hacen en el servicio de basura”, sostuvo la edil.
Aunado a ello, dijo, el arribo de migrantes implica gastos extraordinarios para el Gobierno municipal, mismos que no están contemplados en el presupuesto anual.
Aseguró que la atención de cada migrante que llega a un albergue le cuesta al municipio entre 300 y 500 pesos en gastos de alojamiento, alimentación, educación, cuando son menores de edad, atención médica y fármacos.
“Es un gasto muy caro, no contemplado, quitaron ese Fondo Migrante y ojalá lo reconsideraran. Nos exige esa gente que invade nuestras ciudades, nos exigen servicios públicos”, añadió.
La última propuesta de la panista fue un impuesto referente a los pagos en efectivo, pues asegura que se trata de una práctica constante en las zonas fronterizas del país.
“(…) de repente llegan y pagan un carro, de repente llegan y pagan una casa, dan un abono, ojalá hubiera también un impuesto a los pagos en efectivo para que también pudiéramos aumentar la recaudación y pudiéramos tener mayor beneficio en nuestros municipios”, consideró la munícipe.
El alcalde de Teotihuacán, Jaime Heredia Ángeles, también presentó sus deseos, el principal es un impuesto al turismo como el que existe en otras zonas arqueológicas.
El edil calificó como injusto que el municipio se vea obligado a brindar seguridad, limpieza y servicios de protección civil a Teotihuacán y a cambio este no reciba ni un peso de los recursos que se recaudan como resultado del arribo de turistas a la zona.
“Yo les pido, por favor, que ahí nos tomen en cuenta, que me asignen un presupuesto extra o voy a crear el impuesto municipal como está en otras zonas arqueológicas”, afirmó.
(Con información de El Financiero, Reforma, El Universal, El Mañanero Diario, La Expresión)
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