En su habitual exposición matutina reiteró ser pacifista, que su gobierno mantiene su mayor disposición a evitar el camino de la violencia, y “aunque se burlen, porque tengo una razón de fondo, voy a seguir diciendo abrazos y no balazos, no se puede enfrentar el mal con el mal”.

Preocupado por lo que viene sucediendo en esa región de la Tierra Caliente michoacana, confirmó que se ha abierto una mesa de diálogo con la comunidad, pero acotó:

“Les digo que no puede dejarse sin protección a la población, ahí tiene que seguir el Ejército y la Guardia Nacional”, porque de lo contrario sería terreno de nadie, y el Estado tiene la obligación de garantizar la paz y no vamos a dejar, como antes, que garanticen la paz los grupos de autodefensa, repuso.

El tabasqueño adujo que sus adversarios están muy interesados en “que caigamos en la trampa, no soy (Enrique) Peña, no soy (Felipe) Calderón, no soy partidario del ‘mátalos en caliente’, no soy partidario de las masacres.

“Vivimos asediados, es tiempo de zopilotes. Vamos a seguir adelante, vamos bien, qué bien que tenemos la posibilidad de comunicarnos con la gente. Vamos a buscar que se logre un acuerdo y que se evite la violencia”.

Se le preguntó si tiene contemplado visitar la zona de Aguililla y recordó que anteriormente “se decía ‘es entre ellos’ (los conflictos entre delincuentes) , como si no fueran seres humanos. Voy a ver cuándo puedo ir. No voy porque no quiero hacerle el caldo gordo a la prensa amarillista. No me estoy chupando el dedo, estamos pendientes”.

También pidió que proyectara un video en el enorme monitor de su conferencia, donde el ex gobernador Humberto Moreira, relata que el entonces presidente Felipe Calderón, le dijo que sería preferible asesinar a líderes de delincuentes.

Al desplegarse en la pantalla, antes de concluir López Obrador, reaccionó así: “¡Yo pensé que estaba más fresa! No hombre”. Agitó un brazo y se fue.


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